Mardi Grass || TERMINADA || +18

Capítulo 45

[ Zane ]

Sentado en la cafetería, no puedo dejar de pensar en la noche anterior.

No puedo creer que me animé a proponérselo, y menos puedo creer que ella aceptara. Claramente ambos estábamos bajo el efecto del alcohol, yo de las tres botellas de cerveza, y ella por su vino tinto que podía oler a kilómetros de distancia.

La mujer más difícil con la que he tratado en mi vida aceptó salir "formalmente" conmigo. Era, hasta ayer, algo impensado.

La tarde cae y todavía no sé qué podemos hacer por la noche.

Estuve todo el día pensándolo, buscando lo "ideal" para una cita. Lo que hacían las personas normalmente, lo que a las mujeres les gustaría, pero no se me ocurrió nada. Por unos segundos me sentí un tonto adolescente conociendo a su primera chica en la secundaria, pensando un plan perfecto para conquistarla.

Mi té caliente baja por mi esófago y viaja por mi cuerpo. Las tostadas llenan mi estómago vacío aclarando mis ideas.

Observo a mi alrededor, precisamente a las mujeres tomando su café o consumiendo lo que sea que hayan pedido.

Ahí, en medio de ellas, me imagino a Red. Ninguna se le parece a ella, ni siquiera en un aire lejano puedo reconocerla entre la multitud.

Y es que ahí está su esencia, en lo distintivo. Mi mente se aclara como si hubiera sido iluminado por un glorioso ángel. No conseguiré nada si busco lo que "todos hacen". Ella no es como las demás y yo tampoco lo soy, para nada. No es una mujer normal, es única y merece su noche auténtica. Más considerando que se lo prometí, nada vergonzoso como las ridículas películas de amor.

Sin presiones Zane.

Quiero regalarle una noche especial, de esas que jamás podrás olvidar. Pero la pregunta del millón sigue siendo la misma: ¿Qué carajos debemos hacer?

Mi teléfono suena regresándome a la realidad.

–¡Black!– .Desesperada, aparece detrás de la pantalla de mi teléfono.

–No cancelaremos nada–. Me anticipo a los hechos.

La conozco, sabía que iba a asustarse

–Pero...

–Sin peros.

–No sé qué ponerme. Dijimos algo formal, pero ¿qué?

–Ponte lo que quieras, con lo que te sientas cómoda.

–¿No puedes decirme a dónde iremos así veo que sería mejor? Algo largo o corto, por ejemplo.

–Es sorpresa–. Intento disimular que su misma duda la tengo yo.

–Por favor –insiste, fingiendo un lloriqueo.

–Da igual lo que te pongas Red, sabes que terminaré quitándotelo de todas formas.

En silencio analiza mi comentario. Sé que con eso terminé de convencerla.

–Estoy ansioso por verte –admito sonriendo como un idiota.

–Te odio.

–Está bien.

–¿Está bien que te odie? –pregunta confundida ante mis palabras.

–No, pero por lo menos sabré que estás pensando de alguna forma en mí.

–¡Por dios! –gruñe, antes de finalizar la llamada.

–¿Esa es una buena señal? –analizo mirando la pantalla de mi móvil.

Terminé mi té y vine directo a casa.