Fiestas, deseos y éxtasis. Asi es la vida de Red, una stripper de Nueva Orleans quién conocerá a alguien que cambiará su vida por completo. [+18]
✓Primer libro de la saga: Lo cambias todo.
| SINOPSIS en los capítulos |
Está expresamente prohibido co...
─Shhh, no te muevas ─me obliga a quedar congelada.
Pero en realidad no estoy moviéndome, para hablar sólo necesito mover el rostro, pero eso no significa que el resto de mi cuerpo si lo haga.
Estoy recostada en el sofá, él me coloco en una posición dónde puede verse las facetas más hermosas de mi cuerpo, según él obviamente...
Después de varios días un poco complicados al fin se dio la posibilidad de pintarme. Aunque fue raro cómo surgió la idea de hacerlo hoy... No estuvo en todo el día aquí, supongo que trabajar investigando les lleva bastante tiempo. Se fue por la mañana temprano y volvió antes de la cena. Sobre eso no tengo nada que opinar, es su trabajo después de todo, lo que si me pareció extraño fue la forma en la que volvió. Su cuerpo se veía desvanecido y en su rostro había una mirada triste. Primero pensé que es cansancio. ¿Quién no se cansaría luego de estar doce horas investigando e insistiendo con lo mismo? Pero luego de cenar, demasiado callado para lo que suele hablar habitualmente, me preguntó si podíamos hacer lo de la pintura esta noche. Yo acepté, no tengo planes más interesantes. Además, pensé que tal vez esto le ayudaría a mejorar su ánimo. Cuando le dije que sí, sus ojos volvieron a brillar y su cuerpo no se recompuso totalmente, pero si volvió un poco a la vida.
Entonces, no es cansancio lo que le sucede ─pensé─. Si fuera así, no querría hacer esto hoy, iría a dormir. La gran duda ahora era, ¿qué es lo que lo tiene así? Y yo creo saber cuál es la respuesta, pero no preguntaré nada al respecto y le daré su espacio. Parece querer olvidarse del tema al recurrir a su arte.
─No estoy moviéndome.
─Estás moviéndote ─insiste.
Sus ojos encendidos de la emoción y el encanto, van de la tela a mi cuerpo.
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Ama dibujar, ama pintar. Puedo verlo, es su pasión. La satisfacción y la liberación que causa en él es de otro mundo.
─Es que me aburro ─lloriqueo entumecida por la posición en la que tengo que mantener quieto mi cuerpo.
No estoy incómoda, pero intenten estar congelados por un tiempo y verán lo insufrible que es.
─¿Qué sucede? ─pregunta con su tono tierno y paciente, deteniendo sus manos y levantando su mirada.
─¿No podemos hablar? Y cuando llegues a mi rostro prometo callarme.
─Está bien ─sonríe, cómo si conociera de memoria mi impaciencia, y vuelve a agarrar sus herramientas para seguir adelante con su dibujo.
─¿Estás nervioso?
─Si es por la pintura no. Mis manos son buenas y la bella musa que admiran mis ojos aseguran que este cuadro será más que perfecto.
