Capítulo 72

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[ Red ]

─Red... ─luego de esperar unos minutos vuelve a llamar a mi nombre.

─Debes irte ¿verdad? ─pregunto, todavía con mi mejilla en su pecho y mis brazos en su cintura.

─Debo irme, pero sabes que no puedo hacerlo si estás así.

─Lo sé, perdón.

Mis manos no quieren, pero termino obligándolas a soltar su cuerpo.

Tomo un gran suspiro y trago el enorme nudo en mi garganta mientras doy un paso hacia atrás alejándome de él.

─¿Puedo irme?

Sus manos acomodan un mechón de cabello detrás de mis orejas, pero es inútil ya que al mirar sus pies vuelve a caer tapando mi mirada.

─Puedes irte ─logro mantener mi voz firme y mis lágrimas en su lugar.

─Mientes. Todavía no puedo irme.

─¿Por qué no?

─Porque nunca me iría sin hacer esto antes─. De un paso acerca su cuerpo a mí otra vez. Sus manos grandes y firmes toman mi rostro, y su boca busca la mía de un beso desprevenido. Sus labios aprietan con fuerza los míos. Su respiración se siente pesada igual que la mía, cómo si también estuviera sufriendo el mismo dolor que siento. O tal vez no es dolor, estoy segura que son los nervios que lo comen por dentro.

Sin mover su boca espera que mi cuerpo reaccione.

Mis manos, demasiado pequeñas en comparación a las suyas, también toman su rostro. Mis labios se abren dando paso a los suyos. Nuestro beso empieza a fluir, tierno y despacio. No hay apuro, no hay deseo ni lujuria más importante que este momento. Nuestra pasión se siente en nuestros roces y en la ternura hacia el otro.

Esto es una de las cosas que me fascina de él, sabe cómo tratarme y cómo actuar en los distintos momentos que se presentan. A veces torpe, a veces tierno, a veces un poco más alejado, otras más cercano, simplemente sabe ser para mí.

De un último movimiento aleja sus labios y apoya su frente sobre la mía mirándome directo a los ojos.

─Estaremos bien.

─Lo sé.

Siempre, a pesar de todo, las cosas terminaron bien, y tal vez hoy eso no sea diferente. Tal vez todo termine bien.

─No quiero que sientas que debes despedirte ¿sí?

─¿Una despedida por las dudas?

─Ninguna despedida. No creas que te la dejaré fácil, no te librarás de mí señorita Raven.

─Uff qué dolor de cabeza ─revoleo mis ojos intentando hundir la tristeza que siento dentro.

─Por lo menos estoy...

─En tu cabeza ─interrumpo terminando su frase.

Él ríe sobre mi nariz y el cosquilleo que causa en mi piel es gracioso e inevitablemente termino riendo.

Su muñeca se levanta mostrando su reloj. No dice nada, pero entiendo lo que quiere decir ese gesto. Suelto sus manos y me alejo de él.

─El deber llama ─llevo las manos a los bolsillos de mis jeans mientras me despido un poco nerviosa.

─Se me hará tarde si no.

─Lo sé.

─Está bien.

Va hasta el sofá y toma sus cosas. Claramente sus manos no son suficientes para poder llevar todo.

─Te ayudo ─tomo un bolso del suelo, pero el increíble peso de adentro me impide poder levantarlo. Él se ríe de mi rostro sorprendido─. Dime por favor que aquí no hay un muerto.

Mardi Grass || TERMINADA || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora