Fiestas, deseos y éxtasis. Asi es la vida de Red, una stripper de Nueva Orleans quién conocerá a alguien que cambiará su vida por completo. [+18]
✓Primer libro de la saga: Lo cambias todo.
| SINOPSIS en los capítulos |
Está expresamente prohibido co...
"Actúa con normalidad" "Haz lo que comúnmente harías" Esas fueron las órdenes exactas de Ryan.
No me negué, después de todo estar encerrada no es mi actividad favorita.
¿Qué haría si nada de esto estuviera pasando? Trabajar no podía, le había pedido un descanso a Paul así que eso estaba descartado. Las opciones que me quedaban eran, ir al gimnasio y luego por la tarde visitar la cafetería Beignet.
Cómo no cuento con mucha ropa salí a comprar algo.
Mientras me cambio frente al espejo es imposible ignorar los moretones en mi cuerpo. Ya
estaban mejor pero aún seguían allí.
Y hablando de eso, anoche pasó algo extraño. Luego de bajar de la terraza y tener un muy delicioso e impresionante sexo nos dormimos juntos, como normalmente lo hacemos. O eso creía...
Durante la noche no escuché ningún ruido. No tomé ninguna pastilla para poder estar atenta a cualquier cosa, y como no sucedió nada supuse que todo estaba bien. Cuando desperté por la mañana Black no estaba en la casa. Me levanté, fui al baño y cuando volví a cambiarme fue cuando vi lo que colgaba del respaldo de la cama del lado donde él dormía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eran unas esposas.
Sé que ver esto en otro momento o contexto me parecería demasiado excitante. Imaginarme siendo sujetada a la cama por este hombre me vuelve loca, pero sé que no fueron por eso colgadas.
¿Él se esposó anoche a la cama? ¿De verdad temía porque volviera a ocurrir?
Pero lo peor de todo es que yo no lo sabía. Lo hizo cuando ya estaba dormida supongo, sabe que si lo viera hacerlo me negaría completamente.
No pude evitar sentir un nudo en mi estómago. No tenía miedo, pero no me gusta la idea de estar durmiendo plácidamente mientras él sufre, y encima no saberlo. Esposarse no
solucionaría nada, sólo controlaría que no haga daño a alguien más, en este caso a mí, pero no detendría sus malos sueños. Entonces, ¿quién controlaría que él mismo no se haga daño?
Yo puedo ayudarlo, pero para eso necesito saber cuándo pasa. Yo puedo despertarlo de sus pesadillas, pero primero él debería concederme ese espacio, ese lugar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
