Capítulo 49

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[ Red ]

Acostada en el pequeño sofá de la sala de Black, hojeo unas revistas que encontré de arte.

Él está pintando frente a mí, en el otro sofá grande, dibujando algo supongo. No lo sé, está muy concentrado.

Con una copa de vino a mi lado, pienso

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Con una copa de vino a mi lado, pienso. Demasiado para lo que normalmente haría.

Hay tantas cosas que asimilar que podría estar horas viajando en una nube de ideas, pero decido sólo darle lugar a las que no me estresan demasiado, cómo esa placentera conversación con Ryan, y esos incómodos mensajes indirectos a Black.

Sus ojos impactados siguen clavados en mi mente. No hablamos al respecto. Las cosas no quedaron incómodas entre nosotros, pero puedo sentir que tiene ese pendiente guardado y que en cualquier momento lo soltará preguntando algo. Mis palabras no fueron mentira, después de todo no hay nada entre los dos. La gran pregunta es, ¿qué opina él al respecto?

Pero, en verdad, ¿quiero saberlo?

Sin pensarlo se sintió tan bien. Sin analizar las cosas, sin predecir un futuro, sin sobrecargar de explicaciones lógicas nuestros momentos habían sido perfectos.

No quiero hablarlo, no quiero preguntas, no quiero saber que significa.

Aunque, cómo toda mujer indecisa que soy, me es imposible evitar sentir cierta curiosidad.

¿Qué será cierto y qué no? Para él, ¿la verdad era la mía, o las sospechas de su amigo?

Sacudo la cabeza. Aterrizo en lo que realmente sucede, y me doy cuenta que no es posible que esté pasando realmente lo que dijo Ryan. Conociendo la persona que es Zane, tan correcta y en su bendito lugar siempre, nunca dejaría que eso pase. No lo vi en acción ni trabajando, pero por su carácter puedo predecir que es un hombre que sabe separar lo personal de lo profesional. No creo que sea alguien que dé muchas vueltas, y confunda las cosas. Su realidad es clara. Es muy centrado y siempre está a rajatabla con la ley y sus órdenes. No soporta no tener el control de las cosas, necesita saber todo, tener la información completa para estar bien. Puedo verlo en pequeños detalles cómo en su casa, su ropa, su escritorio, su orden.

Por lo que no. Es un no rotundo. No está pasando nada entre los dos. Él jamás comprometería su trabajo por algo así.

Levanto mi mirada para observarlo. Disfruta mucho de lo que hace cómo hobbie. Es el único lugar donde su mente puede alborotarse y perder un poco el control y el orden de los colores y las formas.

Sigo insistiendo que es un estúpido por no vender sus obras. Podría ganar millones, hasta exhibirlas en galerías bastante reconocidas. Llegaría lejos, muy lejos.

Sonrío inconsciente y bajo mi mirada de nuevo a la revista. Observo detenidamente una página que llama mi atención. Una mujer recostada, fina y delicadamente en un sofá antiguo. Su cuerpo está al desnudo, salvo ciertas partes que están tapadas por una sábana de seda blanca y un poco transparente. Sus manos y cabellos fueron colocados a propósito de cierta forma para beneficiar la figura de aquella musa que transmite inspiración y lujuria. El pintor hizo un trabajo impecable.

Mardi Grass || TERMINADA || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora