Capítulo 64

22 1 0
                                    

[ Red ]

─Estamos súper bien, en serio. No debes preocuparte por nada. Si bien es un poco molesto estar encerradas sin hacer nada, pero cómo imaginarás no hay lugar para aburrirse ─intentó calmarme Peige por el teléfono.

─No crean que son las únicas encerradas.

─La peor parte es aguantar a Hot Cherry por las noches. Y ni te cuento si las llamadas con Nick empiezan a subir de tono...

─¡Christian! ─se escucha el grito de Hot de fondo.

─Cierto, Nick ya fue descartado.

─Bueno chicas, amo escucharlas, pero podrían pasarme con Sugar. Sería ella a quién quiero saludar...

─Admítelo, no somos tan importantes ─dice Bambi ofendida.

─No, hoy no lo son.

─Maldita.

─Tiene razón ─interviene a mi favor Peige─ Hoy sólo importa Sugar.

─¿Me la pasas?

─Claro─. Se escucha un molesto ruido de movimiento y música de fondo. Se demora un minuto, como si estuviera atravesando toda la casa para encontrar a Sugar, hasta que grita: ─¡Ey cumpleañera! Alguien te llama.

─Hasta que esa perra se acordó de mí ─suenan sus pasos furiosos acercarse hasta que el grito en mi oído me aturde por completo─ ¡Maldita! ¿Cómo te atreves?

─Hola Su.

─¿Qué haces? ¿Dónde estás? ¿Por qué carajos no estás aquí conmigo?

─¡Feliz cumpleaños! ─exclamo con un tono un poco alegre para intentar amortiguar la situación.

─¿Por qué no estás aquí? ─insiste, y su voz se quiebra en el camino.

Sé que ella iba entristecerse, la conozco, y la depresión que me amenaza últimamente no me ayuda para sacar a flote la conversación.

Pongo la llamada en altavoz, y recurro a lo que siempre me ayuda: fumar.

─Perdón cariño.

─Sabes que no es lo mismo si no estamos todas.

─Sí lo sé, pero estoy por aquí, aquí me tienes.

─Sabes que no es igual.

Con una seca larga me tomo unos segundos para responder.

No puedo estar mal, no puedo hacer que ella me escuche mal. Es su día y necesita pasarlo genial con las demás.

─Tienes razón... ─y sollozos empiezo a escuchar detrás del teléfono─ ¿Sugar estás llorando?

─No...

Pero su nariz mocosa termina por delatarla.

─No mientas.

─Bueno, sí. Te extraño. No pensé que no estarías aquí.

─Pero no llores, estaremos juntas pronto. Es más, sólo debes esperar unos días más ¿sí?

─Ya no importará.

─No digas eso.

─Y si nunca sabes si será mi último cumpleaños y tú no estás aquí para celebrarlo conmigo.

─Estás hablando idioteces. Claramente no será el último cumpleaños de nadie así que mejor cállate y te obligo que vayas a disfrutar con las demás.

Ella no responde nada y yo estratégicamente decido cambiar de tema.

─¿Ya abriste tu regalo?

─¡Si! ─exclama emocionada, olvidándose de los segundos anteriores.

Mardi Grass || TERMINADA || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora