Mardi Grass || TERMINADA || +18

Capítulo 46

[ Red ]

Nuestra velada iba perfecta.

Después de la casa de tiro vinimos al centro de la ciudad. Black me preguntó si quería cenar en un lugar formal o simplemente ir a tomar unos tragos con unas papas grasientas. Obviamente que ambos elegimos las calorías en exceso.

Cuando entramos nos damos con un lugar súper cómodo y acogedor. Un poco chapado a la antigua, pero con tinte moderno. Las paredes decoradas con el alma de Nueva Orleans, la música. El jazz y el blues entonan el ambiente convirtiéndolo en cálido y reconfortante. En el medio del bar hay una pequeña pista despejada exclusivamente para bailar, aunque como es temprano todavía está vacía.

No me gusta la idea de ir paseando por las calles cómo si todo en mi vida estuviera bien.

Sé que Max podría encontrarme por aquí, pero me da cierta seguridad saber que estamos en un lugar concurrido por muchas personas, por lo que sacarme a patadas del bar será un poco difícil, más teniendo a mi elegante y sexy agente conmigo.

Nos sentamos en una mesa no muy alejada de los demás. Debo admitir que salir con Black me da cierta valentía que muchas veces escondía. Cuando entramos la gente nos miró raro, porque claramente las personas que concurren a estos tipos de bares no visten así de formales, pero a él no parece importarle en lo absoluto lo que piensen los demás, y eso es perfecto. Amo ese lado suyo, disfrutar la vida sin interés de lo que los demás puedan juzgar u opinar.

Pedimos unos tragos y algo para comer, mientras intercambiamos palabras cómo si nos conociéramos de toda la vida. Black es muy bueno, cariñoso, atento. Siempre está pendiente de cómo me siento, me hace reír, se encarga de que me sienta cómoda. Puedo ser yo cuando estoy con él, y eso es lo que me gusta demasiado. Nuestros ojos tienen cierta chispa cuando estamos juntos. Me atrae, más de lo que soy capaz de admitir.

Recuerdo las palabras de aquel hombre en la casa de tiro, y decido aprovecharme de ello.

–Así que, cuéntame Zane...

Al fin conozco su nombre de verdad.

–Dime, Raven...

–¡Ey! ¿cómo sabes mi nombre?

–Expediente. Lo siento–. Avergonzado de tomar el tema, baja la mirada a sus manos.

Pero es curioso... Esta vez recordar lo que él es no me causa dolor, o me da cierta sensación de traición, sino que despierta una chispa de curiosidad en mí. Y para ser sincera, creo que no fui muy justa la última vez con él.

Esta noche se abrió conmigo y se ganó un poco de mi ayuda.

–No, está bien. Es más, quisiera saber más al respecto ya que lo mencionas.

Sus ojos sorprendidos me observan, y reacciona al instante para aprovechar el momento.

–¿Qué quieres saber?

–No lo sé, podrías empezar contándome un poco de tu investigación.

–¿Lo dices en serio?

–Tal vez pueda ayudarte con algo, y más tarde me das mi recompensa–. Provocativamente, tomo una aceite y jugueteo con ella en mis labios.

–No hagas eso.

–¿A qué te refieres?

–Sabes que no tendría problema de tomarte aquí, ahora mismo, así que por el bien de las personas que nos rodean deja de jugar con tu aceituna.

–Sólo porque soy considerada y me importan las personas a nuestro alrededor.

Él ríe, y pacientemente se dispone a contarme sobre su investigación con su compañero Ryan.