Fiestas, deseos y éxtasis. Asi es la vida de Red, una stripper de Nueva Orleans quién conocerá a alguien que cambiará su vida por completo. [+18]
✓Primer libro de la saga: Lo cambias todo.
| SINOPSIS en los capítulos |
Está expresamente prohibido co...
─Vas a dormirme si sigues así ─advierto, mientras acaricio y admiro cada parte de su hermoso rostro.
Mi cuerpo desnudo está sobre el suyo, y sus manos suben y bajan acariciando mi espalda.
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─Eres más bonita dormida. Hablas menos.
─¿No te gusta que hable?
─Me encanta que hables.
─¿Entonces de qué te quejas?
─¿No te gusta lo que hacen mis manos?
─¿Por qué no me gustaría?
─¿Entonces de qué te quejas?
─Odio cuando usas mis palabras en mi contra ─achino los ojos.
─Disfruto hacerlo.
Sus párpados cansados amenazan con cerrarse, está luchando contra el sueño.
Yo también estoy cansada, pero mi mente no puede detenerse. Lo intenté, pero es imposible.
Sus palabras se repiten una y otra vez dentro de mí. Lo que pasó esta noche me tomó por sorpresa y no supe reaccionar. No supe qué hacer ¡Dios! Me quedé paralizada.
Creo que debería haber dicho algo al respecto, siento que fui una porquería, pero no puedo responder o decirle que significa lo que dijo para mí si yo tampoco lo sé.
Estoy demasiado asustada. Mi corazón se detuvo en el segundo que entendí a donde iba su confesión. Juro que lo único que deseaba en esos momentos era escapar de ahí, tapar mis oídos, romper mis tímpanos. No podía estar pasando, no podía ser posible. Pero mi espanto quedó minúsculo en comparación al terror que vi en sus ojos. Él estaba abriéndose conmigo, y por más que sus palabras me aterraban, debía ayudarlo a terminar, debía darle el lugar para que se exprese y hablara conmigo.
Menos mal que las personas no leen nuestra mente, porque creo que se habría asesinado en ese segundo si tan solo hubiera escuchado mis pensamientos.
Al parecer me perdí en sus ojos y viajé a mi mundo de delirios. Digo por la forma en que por un momento todo se silenció a mi alrededor, y gracias a sus manos que se detuvieron en mi espalda, volví a la realidad.
Sus ojos están cerrados y su rostro tranquilo descansa.
Inconsciente sonrío.
Se ve tan relajado, cómo si todo estuviera en su perfecto lugar.
Él me dijo que conmigo se sentía en casa, y si de algo estoy segura es que en sus brazos me siento así.
─¿Qué estará pasando en esa hermosa cabecita? ─me sorprende su voz.
─¿Qué? ─pregunto confundida.
─Tu sonrisa es bella ─admite, con los ojos cerrados.
Sorprendida lo observo. ¿Cómo pudo haber sabido que estaba mirándolo mientras sonreía si todo este tiempo estuvo con los ojos cerrados?
