Mardi Grass || TERMINADA || +18

Capítulo 30

[ Red ]

Pasaron unos cuantos días desde la pelea con Destiny, seguimos distanciadas y sin hablarnos, por lo tanto, también pasaron varios días desde que vi a Black. Pensé en llamarlo, pero quise darle tiempo así pueda aclarar esos... Bueno, esa mirada rara que tenía.

Estamos en el vestuario cambiándonos para irnos. Una vez listas, en multitud salimos, pero VIP nos detiene antes de poder atravesar la puerta de los vestidores. –¡Esperen! Tengo una sorpresa para todas.

–¿Sorpresa? ¿Qué es? –pregunta impaciente.

–Por algo es una sorpresa Sugar. Necesito que vayan todas a casa de Destiny y me esperen abajo.

–Está bien–. Sin preguntar más, salimos del bar y nos dirigimos a dónde VIP nos ordenó.

Una vez que llegamos, estacionamos en la calle de Destiny, pensando en toparnos con la sorpresa, pero no encontramos nada más que oscuridad.

–Pensé que había montado un escenario en medio de la calle –comenta Bambi.

–Yo pensé que había alquilado luces o algo así para una fiesta –propone Peige.

–Un inflable de agua hubiera sido una bomba –ríe Hot Cherry.

–La llamaré–. Tal vez le sucedió algo, o nosotras entendimos mal. El teléfono suena y suena, pero ella no contesta.

–¿Y VIP? –grita Sugar desde su auto.

–¡No lo sé! No responde–. Levanto mi teléfono mostrando a qué me refiero.

–¿Y si bajamos? –plantea Hot Cherry desde el asiento del acompañante, ya que Destiny decidió volver con Sugar.

–Buena idea.

–Me estoy cansando de esperar –Destiny se queja, luego de esperar varios minutos de pie, cruzada de brazos–. ¿Por qué no subimos?

–Ya me duelen mis piernitas –Bambi chilla como si fuera una niña.

–Mejor vamos, podemos esperarla en el sofá –decidida voltea Hot para ingresar al edificio.

–¡Alto! Aguanten unos minutos más, no sean malas–. Peige intenta hacerlas entrar en razón. Pero cómo si hubiera sabido, justo en ese momento, en la esquina, aparece un auto que comienza a tocar bocina insistentemente.

Coordinadamente, todas miramos a esa dirección, agudizando la vista para saber de qué se trata.

–¡Ey perras! ¿Necesitan que las acerque? –VIP se dirige a nosotras, gritando con la cabeza por fuera de la ventana.

Con la boca abierta y todavía sin creerlo, la miramos. Estaciona delante de nosotras el hermoso bebé que compró.

–¡Sorpresa! El nuevo integrante de la familia.

–¡¿Estás de broma?! ¡En serio te lo compraste!

–¡VIP es hermoso! –exclama la segunda fanática de autos, Destiny.

–¡Felicidades! –Peige corre hacia ella que acaba de bajar, y la aprieta en un pegajoso abrazo. Las demás siguen sus pasos, y a diferencia de ellas, yo me acerco, pero al auto, embobada por la belleza delante de mis ojos.

–¿Es nuevo? –pregunta Bambi sin tener la menor idea del tema.

–Cero kilómetro bebé.

–Me escuchaste ¿no? –sonrojada me sonríe. Hace unas semanas, ella se acercó a mí a pedirme consejos sobre un auto. Le dije cual me compraría siendo ella, entre las opciones y presupuesto que me dio.