Mardi Grass || TERMINADA || +18

Capítulo 87

[ Red ]

Hoy dueles, dueles más que nunca. Y no sé si será culpa de las drogas, que de tanto tiempo consumiéndolas ya no pueden opacar el dolor. O será porque hoy se cumplen seis meses desde el día que te fuiste, desde el día en el que decidiste renunciar a un nosotros.

Te fuiste sin decir nada, quitándome todo lo poco que tenía. Me arrebataste nuestro adiós. Me arrebataste nuestra despedida. Me quitaste el derecho a un último beso, a un último abrazo. Te fuiste y redactaste el fin de un "nosotros", como si mi maldita opinión no valiera de nada.

Recuerdo que una vez dijiste que a mi lado perdías la razón, la cordura. Que yo era quién te hacía perder la cabeza, que yo era quién tenía el poder sobre ti, pero es que nunca te diste cuenta cariño, que de entre los dos el que siempre tuvo el poder en sus manos fuiste tú.

Y te marchaste, sin remordimientos ni arrepentimientos. Te marchaste sin escucharme, quitándome la oportunidad de confesarte lo que siento. Te fuiste y yo jamás pude decirte cuánto te amaba.

Y sí, te amaba. ¿Cómo no hacerlo? Si eras la puta perfección.

Me hiciste creer tanto en ti Black que empecé a creer en tu idiota teoría de que el amor puede con todo, que el amor puede ganar hasta guerras imposibles. Empecé a creerlo y por un segundo pensé que era cierto, y que nosotros, como uno entre un millón de milagros, éramos esas personas que de casualidad se encontraron y terminaron siendo el uno para el otro. Podría jurarlo que durante estos meses quise ser tu compañera hasta el final de los tiempos. Y ya que estamos admitiendo tanta locura, llegué a reconsiderar la idea de formar una familia, me imaginé teniendo un hijo a tu lado. Un hijo Black, ¿entiendes lo que es eso?

Qué loco ¿no? Cómo tanta idiotez puede entrar en un cerebro "enamorado". Si la Red de antes pudiera escucharme divagar entre tantas estupideces, no podría creerlo. La Red que no conocía a Zane Mayer se hubiera reído, y siendo sincera, ahora también quiero hacerlo, porque fui una estúpida al creer por un momento que el amor podía existir, y que encima existía para mí.

Al final de todo tenías razón. No creía por miedo, me escondía detrás de él, pero tenía mis razones y motivos ¿sabes? Me hiciste olvidar, a tu lado esos miedos desaparecieron. Los hiciste pequeños, diminutos, insignificantes. A tu lado no parecían existir, hasta tal punto que empecé a dudar de si en verdad temía por ello. Pero claro que lo hacía y me di cuenta tarde, cuando decidiste convertirlos en realidad, como si supieras a lo que en verdad temía y aun así decidiste joderme.

No creía en el amor y en toda esa porquería por el miedo a que llegue alguien como tú y me destruya de la manera en la que lo hiciste, de una forma en la que ni yo misma sepa cómo construirme otra vez.

Te fuiste Black y no sólo me quitaste nuestra despedida, sino que, con ella, te llevaste lo poco que tenía.

Hoy dueles y el cielo lo sabe, porque no deja de llover desde el puto momento en el que abrí los ojos. Como si fuera un maldito y constante recuerdo de ti. Como si la lluvia rindiera homenaje a tu partida.

Hoy dueles hasta lo más profundo de mis entrañas.

¿Qué carajos estarás haciendo en estos momentos? No puedo dejar de preguntármelo, como tampoco puedo dejar de pensar, ¿cómo carajos pudiste? ¿Cómo carajos pudiste voltear e irte sin mirar atrás? ¿Cómo es que no volviste, ni siquiera por un mensaje? ¿Tan poco fue lo que te di? ¿Tan poco valía para ti? Porque si es así, es impresionante la capacidad para mentir que tienen esos ojos bellos.

Como dueles amor, tanto que me quitas las ganas de vivir. Quiero sacarte de mi cabeza, quiero sacarte de mí ser.

Hoy entiendo que no volverás, después de seis largos e insufribles meses entiendo que jamás tuviste las intenciones de regresar, entonces la gran pregunta es... ¿por qué demonios sigo esperándote? ¿Por qué sigo pensándote de esta manera? ¿Por qué a pesar de tanto dolor, una pequeña luz de esperanza sigue encendida en lo profundo de mi oscuridad?