Capítulo 73

29 2 0
                                    

[ Red ]

Una fuerte punzada hace doler mi cabeza, como si tuviera una flecha atravesada en medio de mi cerebro. El movimiento brusco y molesto de un lado a otro, me ayuda a despertar del sueño al que había caído. El sonido de ruedas atravesando un camino sinuoso y de piedras me ayuda a entender que estoy moviéndome en verdad, y que no es el pánico el que me hace alucinar. Mi estómago revuelto me descompone totalmente. Como instinto natural quise llevar las manos a mi boca para impedir cualquier tragedia, pero cuando sentí que no tenía el control sobre ellas, en ese momento me di cuenta de lo que había pasado antes de que todo se apagara.

Kerem ─pienso para mí misma─.

Mis manos están atadas detrás de mi espalda. Abro los ojos lentamente. Estoy segura que esto es la parte trasera de una furgoneta o algo por el estilo. Mi cuerpo recostado en el frío y duro metal, recibe con más impacto cada salto que el vehículo provoca, haciendo que mi cabeza golpee y duela aún más. El molesto sonido empieza a aturdirme y mis oídos comienzan a sufrir.

Intento sentarme, pero mis tobillos también están amarrados.

¿Acaso era necesario atarme de esta manera?

Mi boca no está cubierta. A estas alturas debería agradecer por eso.

Podría gritar, pero ¿de qué serviría?

De la forma en la que puedo intento sentarme, pero resulta complicado cuando tu cuerpo está sujetado con cuerdas por todos lados. No hay nadie aquí atrás conmigo, pero siento voces delante.

Supongo que estarán llevándome a dónde puedan hacer lo que quieran conmigo sin tener ningún tipo de problemas.

─¿Oíste eso? ─escucho la voz de un hombre al haber hecho ruido por golpear mi cuerpo fuertemente sobre el metal, luego de haber fallado en mi décimo intento por sentarme.

Un hombre se asoma por los asientos, puedo ver que se acerca gracias a la sombra que se produce por la tenue luz del camino.

─Mierda, se despertó ─contesta su compañero.

─Haz algo idiota ─lo reprende el primero.

Seguido de eso, el cuerpo del desconocido vuela hacia mí. Lo veo saltar los asientos delanteros y juro haber creído que su pista de aterrizaje era mi cuerpo.

Por instinto cierro los ojos.

Si este tipo cae sobre mí, me destruirá.

Espero el fuerte golpe, pero nunca llega. A cambio, el ensordecedor ruido que produce el impacto de sus pies en el metal hacen saltar a mi cuerpo del susto.

─Tranquila preciosa ─dice, mientras ríe y disfruta del miedo en mi rostro.

Su cara no está visible, tiene algo en la cabeza que no me permite verlo, pero solo basta su voz para causar la repugnancia que estoy sintiendo.

─¿Para qué me quieres dormida? ─pregunto desesperada.

Sus manos buscan en su asiento y sin importarle mis palabras se arrodilla a mi lado.

─No dolerá, lo prometo.

Sin comprender lo que me dice, veo sus manos. Sujeta en sus dedos una enorme aguja que se acerca despacio a mi brazo.

─No estoy viendo, lo juro ─suplico, mientras empiezo a arrastrar mi cuerpo hacía atrás.

─¿Acaso te pregunté? ─su mano toma fuerte mi brazo e intenta colocarme a toda costa lo que tiene ahí.

No se la haré fácil, por lo menos intentaré resistirme.

Decidida inclino mi cuerpo hacia adelante y de un impulso incrusto mi boca en su asqueroso y carnicero brazo. Su agarre se suaviza, y no es hasta que su puño se estrella en mi cara que no lo suelto.

Mardi Grass || TERMINADA || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora