2p!Italia X Lectora Mafia=Dolce amore

5.6K 281 24
                                    

Mundo 2p!
Sólo cinco palabras te atemorizaban en ese momento, te encontrabas sentada en el centro de un cuarto medio oscuro, las miradas sobre ti eran intensas, analíticas y frías, ponían tu piel de gallina, sentías una gota de sudor frío recorrer tu espalda, tu miedo golpeaba a flor de piel tus entrañas, pero sólo por dentro sentías temor, pues tu rostro y lenguaje corporal eran tranquilos y calmados, todo lo contrario a tu interior.
-Alguna cosa que desees decir, (tn)???-Pregunto un chico de cabellos castaños y ojos violetas.
-... Nada en realidad...-Respondiste con el tono de voz tan calmado que te sorprendió a ti misma.
-... Bien, entonces, felicidades... "Bienvenida a la mafia italiana"...-Dijo severamente aquel chico.
Y así te convertiste en una de la mejores mafiosas a la corta edad de (te) años.
Ya había pasado un buen tiempo y de alguna manera habías terminado siendo la compañera de Italia, el chico solía ser distante y frío, sobretodo adoraba disfrutar de torturar a los rehenes y humillar a otros. Había momentos donde se podía ver lo psicópata que podía ser... Y aún así... Permanecías a su lado!!! Por qué??? Esa era una buena pregunta, nunca habías disfrutado tu trabajo, pero, no te había quedado de otra, lo hacías para proteger a tu amada familia.
-Oye, (tn).-Te llamo el rey de Roma, desviaste tu vista al chico italiano de mirada indefinida, si pudieras definirlo dirías que era una extraña mezcla de locura y de tranquilidad.
-Sucede algo, Italia???-Preguntaste calmada, ya te habías acostumbrado a él.
-Mañana tenemos junta mundial, necesito que te quedes conmigo, Leo no podrá ir por lo que necesitaré de tu compañía. Te quiero lista a las 13:00 horas, lleva algo de comer, vamos a tardar.-Después de darte instrucciones se acercó a ti y de la nada te sujetó por las manos.
-Lleva algo discreto, no me gusta que las miradas de esos idiotas queden sobre tí.-Te dijo al oído para después morder tu cuello, dejándote una marca rojiza.
El contacto que hubo te causo escalofríos, miedo??? No. Estos escalofríos eran distintos, te hacían sentir ese tipo de cosas que describían varias chicas enamoradas. Él noto tu estado por lo que te dedico una sonrisa de victoria, cosa que te sacó bastante de onda.
-Eres tan adorable, pequeña.-Murmuro lo suficientemente alto, a propósito para que lo escucharás. Tu cara ardió en segundos, cosa que le hizo burla al italiano.
-... Iré a preparar la ropa entonces...-Respondiste para salir "catapultada" lejos de él. Mientras te alejabas pudiste sentir su mirada en tu espalda.
Otra vez el mafioso italiano te sacaba de onda, no era la primera vez que ese castaño se portaba así contigo, suspiraste frustrada tratando de comprender tu situación. Cosa que no lograste.
-Ciao, bella dama!!!-Te saludo una alegre mexicana, sus cabellos castaños que le llegaban ondulados a sus hombros se desacomodaron cuando se levantó de la cama.
-... Ciao, Margarita...-Saludaste sin ganas.
-... Otra vez el jefe te molesto???...-Pregunto preocupada por ti.
-... Algo así...-Respondiste al abrir tu armario para ver que llevarías.
-... Ya veo...-La chica castaña se volvió a acostar en su cama y comenzó a rodar por ella, al principio te sacaba de onda, pero, ahora sabias que era un hábito que tenía cuando estaba ansiosa o nerviosa.
-... Quiero saber.... Irás mañana con Italia a la junta???...-Te cuestiono, asentiste con la cabeza y notaste que sus ojos brillaron de alegría.
-Te veré allá entonces!!!-Exclamo alegremente. Margarita no era de la mafia italiana, ella era una mexicana contrabandista de armas, la cual había estado realizando negocios importantes con Inglaterra y ahora comenzaba a trabajar con la mafia italiana.
Después de despedirte de tu casi hermana, te dijiste a la oficina de Italia, debías de hablar con él.
Entraste sin temer, sabias que no le importaba, dentro te encontraste un sexy italiano sin playera, apenas sé la estaba quitando, avergonzada trataste de escapar, pero, fuiste acorralada.
-... Tu lengua sé la comió el gato???...-Comento burlón, sin saber cómo actuar, contando que tu voz no saldría por la sorpresa, te limitaste a sacarle la lengua para mostrar al italiano que no se la había comido nadie, ni nada. Este te sonrió sarcástico y de la nada su lengua toco la tuya. Comenzando un beso francés, después de explorar suavemente tu boca, sacó su lengua y se río burlonamente al ver tu cara completamente roja...
-... No es gracioso, idiota!!!-Exclamaste nerviosa y un tanto enojada.
-Claro que lo es, pareces un jitomate!!!-Comento con burla, fastidiada le disté un pequeño golpe en el pecho, recordando así que estabas delante de un sexy y peligroso jefe italiano semidesnudo.
-... Pegas como niña...-Te volteaste y decidiste salir de ese lugar, murmurando maldiciones en tu idioma natal.
Estabas por llegar a la puerta cuando sus manos se posaron en tu cintura.
-Te ruego me perdones, señorita, pero, realmente se veía tierna cuando me mostró su lengua de una manera tan inocente.-Se disculpó el italiano en su idioma natal.
Estaba actuando diferente a lo usual, sabias que Italia era deshonesto en varias cosas, era el maestro titiritero de muchas personas, tenías miedo de haberte convertido en su juguete.
-... Nunca sé cómo creerte...-Murmuraste desanimada.
-... Te doy tanta desconfianza???...-Pregunto Italia, asentiste con la cabeza, sin ser capaz de hablar.
-... Soy una persona peligrosa, he cometido grandes crímenes... Fácilmente por mi han muerto miles de personas... Es obvio que no merezco tenerte... Pero, no quiero verte con nadie más. Ese sería en castigo divino que acabaría conmigo.-Te separaste para mirarlo a los ojos.
-... Juega con fuego... Te quemarás.... Juega conmigo y muerto acabarás...-Murmuraste mirándolo con burla, pero, a la vez mantenías tu lado serio.
-Parece una amenaza muy aceptable, me arriesgare a amarla si me lo permite...-Respondió el italiano.
-Permiso concedido.-Afirmaste para darle un pequeño beso en los labios que fue recibido muy bien por tu peligrosamente sexy novio de la mafia.
Dolce amore.

•Oneshots Hetalia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora