•Oneshots Hetalia•

Hong Kong X Lectora Trust in me

La situación en la que te encontrabas no podía ser catalogada más que como "única". Delante de ti estaba tu mejor amigo, vestido de mujer... Más... Eso no era lo que te había dejado sin palabras, era el simple hecho de lo que Hong Kong te había declarado... Pero, cómo diablo habías llegado a esa situación???!!!
Cansada de tener el corazón roto, tú (tnc) habías hecho la firme promesa de no volverte a enamorar en lo que te quedara de universidad. No volverías a confiar en ningún chico de tu escuela a excepción de él. Hong Kong era el único chico-país en el que podías confiar plenamente, pues toda tu vida había estado ahí para ti.
-Ya quiero irme a casa!!! No soportare ninguna otra clase más!!!-Comentaste fastidiada, las clases de ese día habían sido terriblemente tediosas y rogabas porque terminarán.
-... Faltan cuatro clases todavía...-Te dijo tu mejor amigo mientras leía un pergamino. A su lado había algunas cartas de amor que le habían dado, sentías algo de pena por las chicas que se le declaraban al país, pues todas eran rechazadas por el de rasgos asiáticos. Por lo menos agradecías que este lo hacía de forma amable y suave.
-Gracias por tu gran apoyo, definitivamente sabes subirme el ánimo, Hong.-Comentaste de forma sarcástica, dejándote caer a su lado.
-Debes aprender a ser más paciente, (tn).-Te contesto para cerrar el pergamino.
-No es mi naturaleza.-Respondiste sacándole la lengua, el asiático te miro de reojo para después mirar al frente.
-...Tampoco está en tu naturaleza pensar en los sentimientos de aquel que es mejor amigo...-Murmuro el país de ojos oscuros, pero, aún así habías alcanzado a oírlo. Lo miraste en silencio, sin saber bien a que se refería.
-Claro que pienso en tus sentimientos!!!-Te defendiste algo herida por el comentario de tu mejor amigo.
-... Verdaderamente lo haces???...-Cuestiono el de cabellos lacios para después mirarte a los ojos. Sentiste que tu corazón aceleró, pero, decidiste ignorar eso.
-Lo hago!!!-Exclamaste en defensa de tu opinión.
-... Entonces comprendes lo mucho que me gustas???-Te pregunto para observarte seriamente. Quedaste congelada ante sus palabras, sin ser capaz de contestar algo más. No esperabas ese ataque, gustarle a tu mejor amigo??? Debía ser una broma y una de muy mal gusto.
-Eso no es...-Estabas por continuar cuando Hong Kong te silencio poniendo la palma de su mano sobre tus labios.
-... No es broma... Qué tengo que hacer para que confíes en mi de manera romántica??? Qué tengo que hacer para que captes lo mucho que me gustas???...-Cuestiono el asiático, temerosa negaste con la cabeza.
-No me hagas esto, te lo pido... Hong Kong... No lo digas...-Le pediste mientras una emoción de temor, tristeza y algo de felicidad se revolvían en tu cabeza, pecho y estómago. El chico que era tu mejor amigo te atrapo en sus brazos, sin decir nada más.
Sus palabras inundaban tu cabeza, sus brazos atrapaban tu cuerpo y su corazón latía violentamente igual que el tuyo.
-... Vístete de mujer y declarame tus sentimientos delante de un grupo de personas que no sean conocidos.... Si lo haces... Yo definitivamente me enamórare de ti....-Soltaste para separarte del chico, este no dijo nada. Cosa que te causo alivio, pero, te hirió al mismo tiempo. Sabias que no lo haría, Hong Kong no era un chico lo suficiente te atrevido o alocado para hacer una cosa así....
Volviendo al presente, observaste en silencio al chico que estaba delante de ti. Vestía de forma afeminada, incluso traía algo de maquillaje en el rostro.... Se te había declarado, y había cumplido... Estaba delante de una multitud de personas que no los conocían... Él había hecho todo eso por ti, saltaste sin dudarlo a sus brazos, lanzando lejos el miedo que tenías por volver a enamorarte. Mandando a la Miér...coles tu promesa, Hong Kong verdaderamente valía algo muy especial, no sólo tenía tu vínculo como mejor amigo... Ahora también demostraba tener un vínculo aún más fuerte y hermoso.
-Me gustas (tn).-Volvió a declarar el chico-país. Limpiaste un poco su maquillaje para después sonreírle tiernamente.
-Tú también me gustas, Hong Kong.-Respondiste y sin más, besaste al que ahora no sólo era tu mejor amigo, sino tu novio. La persona en la que más podías confiar en que podía curar tu corazón roto, protegiéndolo como siempre lo había hecho hasta ahora.