Antes de morir, Juana del Arco escondió uno de los más grandes secretos de la humanidad, ocultandolo hasta la hoguera... Hasta la muerte.
Abriste los ojos, la clase de historia universal estaba por terminar, miraste a tu novia Jane, se encontraba escribiendo a toda velocidad, tomando notas. Su piel era un tono más oscuro que la leche, parecía de porcelana, sus cabellos rubios, como delgados hilos de oro mantenían un largo hasta los hombros. La miraste en silencio, era una mujer fuerte, con gran experiencia, lista e inteligente. Eso era lo que te volvía loco, ella era la chava que más querías y tenías la fortuna de que era tu novia. Claro, las circunstancias fueron un poco fuera de lo común... Estabas caminando por el patio trasero de la academia cuando notaste a la chica sentada en un árbol, sostenía una piedra muy extraña entre sus manos, era como un arcoiris compactado, brillaba bastante considerando que era de día. De la nada, se escucho que algo se rompió, como un vidrio cayendo al suelo, después de aquello una ventisca comenzó a soplar, ante ti apareció el presidente del club de la magia negra y la magia blanca, Arthur Kirkland. Y la ventisca ceso.
-... La piedra filosofal...-Comento nervioso el británico.
-Ya no tiene magia... Como lo supusimos... Ya es momento...-Dijo la rubia. En ese momento ambos notaron tu presencia.
-... Qué.... Acaba de pasar aquí???...-Formulaste con dificultad.
Inglaterra se acercó amenazante, listo para luchar si era necesario.
-Espera, Inglaterra!!!-Lo detuvo la chica de ojos verdes.
-Puede ser peligroso Jane!!!-Contraataco el de cejas pobladas.
Antes de que pasara algo malo, trataste de hablar.
-... No diré nada, así que por favor, evitemos la violencia...-Comentaste seriamente. Y así habías terminado descubriendo aquello, después de ocho meses, ambos habían terminado saliendo juntos, primero lo hacían por amistad, pero, pronto fue por un sentimiento que tu describías como enamoramiento. Hoy era el gran día. Dieron el toque de salida, Jane y tú se dirigieron al club de Inglaterra, al llegar, entraron al club en silencio, más lo encontraron sonrojado, aprisionando contra la pared a una chica de su club, si mal no recordabas la chica se llamaba Ana, pero, le decían Annie de cariño. Lucia muy serio mientras la chica parecía mantenerse sorprendida y sonrojada.
-No me saques de mis casillas, Annie...-murmuro en voz alta, antes de que pudieras actuar, Jane te jalo fuera del salón, más alcanzaste a ver como el rubio juntaba sus labios con la morena.
Fuera del salón, Jabe te miro cómplice.
-No mencionáremos nada por ahora. De acuerdo???-Te pregunto, se veía tan linda con las mejillas sonrojadas, mientras mantenía su dedo índice en sus labios, indicandote que te mantuvieras en silencio o hablarás susurrando. Te acercaste, tomaste su manos entre las tuyas y antes de que pudieras besarla, escucharon que se abrió la puerta, ambos nerviosos, sonrojados y muy apenados se separaron para mirar a la puerta.
-Llevan mucho esperando???-Pregunto el aún sonrojado país, ambos negaron con la cabeza. Caminaron en silencio hasta el club Gourmet. Podías ver que Jane estaba muy nerviosa. Dentro encontraron a Francia hablando plácidamente con Prusia.
-Prusia, necesitamos que nos dejes hablar con Francia...-Pediste amablemente al alemán, al ver a Jane, el albino asintió con la cabeza, se despidió de su francés amigo y salió del lugar.
-Oh, Iggy, vienes para que te enseñe a conquistar a Annie???!!!-Cuestiono de forma coqueta el de ojos violetas.
-Por supuesto que no, idiota!!!-Negó el inglés.
-... Francia, esto es algo serio, dijiste para darle un pequeño empujón a tu novia.
-... Hola...-Saludo nerviosa.
-Ah, la damita de la otra vez.-Comento Francia con ojos nostálgicos.
-... Francia... Yo...-Jane dudo por segundos.
Jane se acercó a Francia con precaución.
-... Te parezco conocida de algún lado...???-Pregunto nerviosa.
-... Si...-Respondió el francés con un brillo de tristeza en sus ojos.
-... A quién????...-Volvió a cuestionar tu novia.
-... A una mujer que yo ame con toda mi alma... Juana del Arco...-Contesto Francia seriamente.
-... Yo... Francia... Soy tu hija...-Confeso, todo quedo en silencio, Francia tenía una cara de impacto total, aquello era algo tan imposible, tan difícil de creer.
-... Cómo...???... Es imposible, Juana nunca se embarazó...-Cuestiono atónito el francés.
-... Mamá... Oculto la verdad de su embarazo, poco después de descubrir que estaba esperando un niño, Inglaterra se enteró de los planes de sus súbditos, cuando le aviso a mamá, ella cayo de rodillas mientras abrazaba su vientre... O eso es lo que Arthur siempre me dijo...-Comenzó a decir Jane.
-... Me pidió que la ayudara a esconder su embarazo con magia, cuando llegara el momento de dar a luz... Yo cuidaría de su hijo o su hija, Juana me hizo jurar que no te diría nada... Hasta que Jane decidiera que debías saber la verdad... Para que Jane viviera le ofrecí una piedra filosofal, pero, a diferencia de lo que muchos creen, estas piedras no tienen un poder infinito, Jane ha vivido más de lo que crees, mientras mantuvo la figura de una chica de 17 años... Ella estuvo oculta hasta el día que viajo a París... Donde el destino hizo que se conocieran, más, por el peligroso parecido que hay entre ambas, tal vez, sentiste que Juana había renacido... Pero, no... En la realidad te topaste con Jane...-Explico Inglaterra.
-... Hace poco el poder de la piedra término y Jane decidió que era momento de que la conocieras...-Comentaste seriamente.
Todo quedo en silencio, Francia tenía un rostro difícil de descifrar, de la nada, se dispuso a golpear a Inglaterra, más no fue capaz porque detuviste su golpe poniendo tu cuerpo entre Francia e Inglaterra.
-Maldito bastardo!!!!-Grito desesperado Francia, Jane miraba atónita a su padre.
-Sabias que ella moriría!!! Aún así.... No hiciste nada para salvarla!!!-Grito Francis en un mar de lágrimas.
-Fue lo que pidió mamá!!!-Grito Jane también derramando lágrimas, dejando atónito al país del amor.
-... Arthur le aviso para protegerla, ella le pido a Inglaterra que mejor cuidara de mi!!! Quería que tu vivieras!!! Quería que yo viviera!!! Ella acepto la muerte para que tú no siguieras terminando herido de muerte por las armas, porque ella te amaba tanto que sufría verte tan mal!!! Sabía que su vida terminaría la guerra!!!-Jane gritaba como nunca en su vida lo había hecho.
Tu sólo eras capaz de observar toda la escena sin ser capaz de decir algo al respecto, ey limitabas a sonar el área golpeada por el país.
El sol se oscureció y la lluvia hizo aparición, las gotas de agua fría camuflajeaban las lágrimas derramadas.
-... Entonces... Tu eres...-Francia había recuperado levemente su cordura.
-... Mi verdadero nombre es Jeanne d'arc... Inglaterra me puso así en honor a mi madre.... En tu idioma...-Jeanne temblaba, parecía tan débil en ese momento... La lluvia seguía cayendo, lavando el dolor de las heridas del pasado... Ya era hora de avanzar...
-... Lo siento, Inglaterra...-Murmuro arrepentido el país de ojos morados.
-... No importa, ahora deja de preocuparte por mi y preocúpate por ella...-Comento acercando a Jeanne al país.
Y ahí, en plena lluvia... Padre e hija se unieron en un abrazo por primera vez en todos los miles de años que estuvieron separados...
Tres semanas después, esperabas paciente a tu novia, hubo un ataque sorpresa, alguien te tapó los ojos, reconocerías su perfume en cualquier lado, te disté vuelta y la besaste tiernamente. Jeanne te correspondió al beso, después de fueron caminando tomando sé de las manos, mientras e. Un lugar no tan lejos de ahí, Annie y Arthur trataban de mantener a Francia sujetado mientras este repetía que debía proteger a su nena de ti. Actuando como un padre celoso, sin saber que aquí el corderito inocente eras tú.... Y no tu amada Jeanne. Pues en la realidad... Ella era quién te había pedido salir... Ella era "el hombre en la relación".
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•Oneshots Hetalia•
FanficYo!!! Es un gusto, soy Nita, amo el anime de Hetalia y como vi que en Wattpad hay varias historias País X Lectora, pensé: "Yo también quiero hacer historias como esas para sacar la Hetaliana que llevo dentro. Disclaimer: Hetalia pertenece a Hima-pap...