•Oneshots Hetalia•

Inglaterra X Lectora Orejas de Gatito

-Bienvenido a casa Inglaterra!!!-Sonreíste cuando él llego, se notaba cansado, dejo su abrigo en un perchero y suspiro sonoramente. No te gustaba verlo en ese estado, -De nuevo no resolvieron nada???-Preguntaste para tratar de abrir una conversación.
-No, el idiota de América interrumpía cada cinco segundos y comenzó el pleito de todas las reuniones.-Inglaterra te miro serio.
-Hoy prepare un poco de té verde e hice galletas de mantequilla... Si quieres pongo la mesa, mientras puedes ocuparte en ponerte algo cómodo.-Le disté una pequeña sonrisa.
-... Vino (ntm) contigo???-Pregunto el inglés por tu gatito.
-Si, lo traje hoy porque quería mostrarte algo, pero, primero lo primero, iré preparando todo para tu hora del té.-Te dirigiste a la cocina para tomar todo lo necesario. Estabas feliz de poder estar unos momentos con él, claro que había situaciones donde te confundía, sobretodo cuando de la nada se le salía lo tsundere, pero, te encantaba, simplemente amabas en secreto a ese chico británico.
Terminaste de acomodar las cosas y lo llamaste, entro en el comedor con tu gatito en sus manos, este lucía cómodo cerca de Inglaterra por lo que no pudiste evitar sonrojarte levemente ante la tierna imagen que daba. En ese momento recordaste el artículo de que había dado Japón, tomaste una cajita que habías dejado en una mesa y regresaste con Inglaterra, sacaste su contenido, una diadema con orejitas de gatito de color blanco, te la pudiste y llamaste al británico.
-Como me veo???-Preguntaste haciendo una pose linda, adorable, que te hacia sentir un poco apenada y sabias que tus mejillas seguramente estaban sonrojadas.
Inglaterra te vio por unos segundos para luego apartar la vista extremadamente nervioso.
-... No se te ven tan mal...-Pronuncio un tanto nervioso pero serio, como un buen tsundere sonaría.
-... Ósea que tal vez se ven un poco mal en mi???...-Preguntaste un poco triste.
(Ntm) se soltó de las manos de Inglaterra para correr hacia ti, lo tomaste entre tus manos y sonreíste cuando este comenzó a jugar con un pequeño cascabel que tenías en tu collar.
Inglaterra susurro algo que no alcanzaste a distinguir, sus mejillas se habías colorado al tope e incluso sus orejas se veían rojas. Te acercaste suavemente a él, gracias a los tacones de 10 cm alcanzabas más o menos la altura de Inglaterra, quedando a sólo unos 2 o 3 cm. (Toma de referencia que medias 1.62 cm y el mide 1.75 cm)
-Te sientes mal Inglaterra???-Quedaste enfrente de él, (ntm) miro unos segundos a Inglaterra, poso su patita sobre sus labios y luego posó su misma patita en los tuyos, maulló suavemente y lo soltaste cerca del suelo.
-El té se debe estar enfriando, siéntate.-Sonreíste suavemente y lo invitaste a que se acomodara en su silla.
Saliste del comedor y te dirigiste a su cuarto, pues te faltaba limpiar ahí.
Fue hasta ese momento donde tus despistadas neuronas se pusieron a trabajar haciéndote rememorar el beso indirecto que habías recibido. Tu cara se volvió tan roja que te dolían las mejillas y ahí, cerca de la almohada de la bandera de Gran Bretaña se encontraba el causante de tu sonrojo, (ntm) dormía plácidamente ignorante de lo sucedido.
Te acercaste para levantarlo de ahí, pero, te dio lástima despertarlo de su sueño por lo que te sentaste a un lado de la cama quedando cerca de tu amada mascota. Te recargaste suavemente en el colchón, y con suavidad, apretaste juguetonamente la patita del delito. No te diste cuenta, pero, pronto estabas dormida.
Te despertaste al sentir que te cargaban, la loción de Inglaterra llenó tus fosas nasales, no te atrevías a abrir los ojos, por lo que fingiste estar dormida, esperabas que te depositara en el sofá, pero no fue así, su aliento choco con el tuyo, logrando ponerte extremadamente nerviosa, de milagro no habías soltado un gritito.
-Realmente... Te ves linda con orejas de gatito....-Antes de que pudieras fingir que despertabas, sus labios chocaron con suavidad sobre los tuyos. Tu cuerpo reacciono sólo y le devolviste el beso con timidez.
Se separaron después de unos instantes, ambos con el rojo carmín adornando sus rostros.
Sonreíste suavemente y para tu sorpresa el inglés volvió a besarte, cuando se separo te bajó con suavidad al suelo, entrelazó sus dedos con los tuyos y partieron con Japón para pedir otras orejas más.
Dos días después, el fondo de pantalla de ambos eran ustedes dos juntos, ambos con orejitas de gatito.