•Oneshots Hetalia•

Romano X Lectora Angel Kiss

Existen melodías tan puras que son capaces de atraer a los mismos ángeles. Habías escuchado eso una vez en la iglesia a la que asistías sólo para escuchar tocar a aquel chico de cabello castaño y ojos de color miel.
El italiano tocaba el violín, el que parecía ser su hermano tocaba la guitarra acústica y un austriaco tocaba el piano. Sólo ibas a misa para escucharlos, sobretodo cuando el italiano tocaba el "ave María". Esa melodía era tu favorita, no eras religiosa, pero, te gustaba esa canción. Inclusive te la habías aprendido para cantarla. Muchas veces cuando requerías de dinero, sólo ibas al jardín central de la ciudad donde habitabas. Ahí te ponías a cantar. Gracias a tu voz conseguías suficiente para sobrevivir un buen rato. Fue ese día de invierno cuando se te dio la oportunidad de acercarte al músico del violín.
Hacia mucho frío afuera, por lo que te pasaste al templo, dentro te acercaste a ver la imagen de una mujer que sostenía a un niño en sus brazos. Notaste que no había nadie alrededor por lo que decidiste cantar un poco el ave María. Ibas por el segundo renglón de la primera estrofa cuando el violín comenzó a hacerte compañía, no dudaste en continuar cantando. Te sentías tan libre, tan segura y tan feliz... La canción término, el italiano se acercó para observarte mejor. Usabas un pantalón grueso de color blanco, te cubría un abrigo de color (tcf). Llevabas unos guantes cómodos, de zapatos unas botas militares de color negro.
-... Soy Lovino, Lovino Vargas...-Se presentó con el ceño fruncido. Soltaste una pequeña sonrisa. Te agradaba la timidez del chico.
-(Tn), es un gusto.-Te presentas logrando notar un pequeño rubor en las mejillas del italiano.
Los días pasaron, el invierno dio vuelta de página a la primavera, está paso al verano y luego el otoño... Caminabas tranquila dirigiéndote a la iglesia cuando pudiste ver a la distancia a un sujeto sospechoso, unos metros adelante veías a tu amado Romano... Saliste corriendo par alcanzarlo podías sentir la envidia y los celos del tipo sospechoso, algo en tu interior te ordenaba protegerlo, sentiste al sospechoso sacar su arma y apuntarle a tu italiano, tus piernas reforzaron la velocidad, más, fue muy tarde... Le había disparado a quemarropa.
La sangre de Romano manchaba parte de unas paredes y suelo, tu corazón deja de latir hasta llegar con el chico de ojos color miel.
Llena un mar de lágrimas, trataste de ayudar a tu amado.
-... (Tn)...???...-Pregunto Romano, asentiste con la cabeza mientras unas lágrimas manchaban las mejillas del chico.
-Llamare a una ambulancia, así que resiste!!!-Suplicaste sacando tu teléfono.
-... (Tn)... Mocosa... Me gustas...-Declaro el italoparlante.
"Yo sé que muy pronto estaré junto a él, junto a mi amado a quién tanto extrañe. Sus ojos miel, su tibia piel, son los recuerdos que de él conserve..."
Tus labios comenzaron a susurrar una plegaria.
-...(Tn)...-Te llamo el italiano. Unas plumas blancas hicieron aparición, al levantar la vista, sólo alcanzaste a ver a una bella mujer con grandes alas.
-... Puedes dar tu vida por la de él..-Comento para ti. Romano murmuraba que no lo hicieras.
-... Lo siento... Romano...-Murmuraste para besar sus labios, una luz cegadora apareció alrededor de ustedes...
Un años después, un italiano caminaba por el lugar donde había muerto su amada, había dejado de tocar en la iglesia después de aquel acontecimiento, sintió la necesidad de caminar por ese lugar... al llegar se topó con un bello ángel de sonrisa amable.
-... Lamentó la tardanza, Lovino...-Dijiste para desaparecer tus alas.
-...(tn)???!!!-Cuestiono incrédulo el italiano.
-Estoy de vuelta-Respondiste para ser abrazada por el italoparlante.
-Maldición!!!-Exclamo este entré molesto en medio de sollozos.
-... Hey, no eres el único que esta enojado, todo este tiempo estuve esperando que tocaras el ave María para mi en la iglesia, pero no lo volviste a hacer!!!-Hiciste pucheros mientras te quejabas. El moreno te beso suavemente.
-... Te quiero, (tn)...-Dijo el chico sonrojado.
Tus mejillas ardieron, feliz sonreíste y te acercaste para besarlo nuevamente.
-Yo te amo-Dijiste para ser besada por él...
Tal vez ahora no la eternidad sería capaz de separarlos.