•Oneshots Hetalia•

Austria X Lectora Dedos de pianista

Recién habías llegado a la escuela, cuando, una melodía celestial llamo tu atención. Parecía ser tocada por un ángel puro y delicado. Sin darte cuenta tus pies habían seguido la música y habías llegado al salón donde conocerías al primer amor de tu vida...
-Profesor Austria, usted ama tocar el piano, verdad???-Preguntaste mientras te mantenías ocupada leyendo las partituras de una canción.
-El piano es un instrumento poderoso, señorita (tn), puede expresar cada sentimiento humano armonizando el sonido que cada cuerda produce, considero este instrumento como algo vital en mi vida. Así que podría decirse que si, amo tocar el piano.-Austria acomodó sus lentes y te volteo a ver fijamente.
-... Qué partitura estas leyendo???-Pregunto el país austriaco.
-... Es.. La partitura de una canción que atesoro...-Miraste el piano, sonreíste nostálgica y miraste tus dedos. Hace mucho tiempo atrás tu tocabas piano, pero, por un descuido que tuviste un día paseando en bicicleta, terminaste lastimando tus manos, no habías vuelto a tocar desde entonces.
-Sus dedos son de un tamaño adecuado para que toque piano...-Austria te miro intensamente por breves instantes para luego volver la vista al piano.
-... Yo no toco el piano desde los 8 años... Ahora tengo (te) años, ya pasó un buen tiempo desde que deje de tocar, seguramente soy un asco ahora...-Sin saber como, una lágrima rebelde escapo de uno de tus ojos, luego otras más.
-(tn)???!!!-Austria lucía alarmado por verte llorar, se levantó rápidamente de la silla cercana al piano y sin reflexionar sobre sus acciones, te abrazo suavemente, con miedo a lastimarte, mientras, mantenía un extraño sentimiento de tristeza que se había apoderado de él.
-... Pro... Profesor Austria???-Trataste de llamarlo, pero, no parecia reaccionar.
-Gran tonta, no me alarmes así-Te regaño mientras se separaba de ti completamente sonrojado.
-...-Quedaste en silencio limpiando tu rostro de las gotas de agua que habían dejado un rastro de existencia.
Austria tomo tus manos y te miro intensamente, logrando así, ponerte un tanto nerviosa, se acercó a tu rostro y beso unas lágrimas que todavía quedaban. Después beso tu frente y para sorpresa de ambos, también tus labios.
-A...Austria???!!!-Lo llamaste en un gritito después de separarte. Tenía el rostro tal vez más sonrojado que tú, o realmente podías estar peor que roja comparada con él.
-Hace un tiempo, yo herí mis manos en las guerras... Pero... He logrado tocar de nuevo cada vez que lo vuelvo a intentar. Soy tu maestro, yo te enseñaré, de acuerdo???-Sonreíste ligeramente y asentiste con la cabeza, entrelazando tus dedos con los de él.
-Austria...Siempre ame tus dedos...-Su sonrojo se hizo más que evidente, acomodó sus lentes nervioso, más luego soltó una sonrisa pequeña.
-Hacen buena pareja con los tuyos-Afirmo, juntos volvieron al piano para el comienzo de algo más que una simple clase de piano.