•Oneshots Hetalia•

2p!Alemania X Lectora Love

Este mundo es corrupto, cruel y traicionero, por esa razón tu habías sido especialmente "diseñada" para sobrevivir. Desde pequeña te habían enseñado artes marciales peligrosas, técnicas de tortura y asesinato silencioso. Trabajabas para la magia italiana, tu jefe era asombroso, por más loco que estuviera. Un día mientras se arreglabas para tu siguiente habitación, toco a tu puerta. Entro a la habitación acompañado de un rubio más alto que él, de ojos morados/violetas, en su rostro resaltaba la cicatriz en su pómulo izquierdo. Este se tornó ligeramente nervioso al ver que sólo estabas cubierta por un pantalón negro estiló militar y un brassiere deportivo negro.
-Bella (tn) quiero hacerte el honor de presentarte a tu nuevo jefe, 2p!Alemania, un caro amico.-Lo presento el italiano. No te daba pena el que te encontraran a medio vestir, en la realidad mantenías tus emociones de una manera monótona.
-Es un placer conocerle, Jefe 2p!Alemania.-Saludaste extendiendo tu mano.
-Oh Bella (Tn), 2p!Alemania es un tanto tímida con las bellas señoritas como tú que se encuentran a medio vestir, deberías ponerte una playera encima.-Comento divertido tu exjefe.
Asentiste para ponerte una blusa de red color blanca.
-Listo-Comentaste mostrando que ya tenías una blusa que "tapas" tu cuerpo.
Desde ese día comenzaste a trabajar para 2p!Alemania. Te costaba un poco de trabajo convivir con el alemán de temperamento serio y tranquilo, pues estabas acostumbrada al ruido provocado por tu antiguo jefe.
Regresaste de otra misión que te había dejado, al llegar te encontraste con tu jefe, el cual te miro preocupado al ver todos tus rasguños en la piel, desde la cara hasta las piernas, tu ropa estaba hecha girones y no muy completa que digamos.
-Lamento la tardanza, se complicaron un poco las cosas.-Explicaste ligeramente nerviosa al sentir la mirada penetrante del alemán en tu cuerpo. Nunca habías sido tímida, pues te habían enseñado a no serlo, pero, aquel país te hacia ser humana. Y eso te incomodaba mucho más de lo que esperabas.
-... (Tn), ya te he dicho que debes de ser más cuidadosa.-Te reprendió tu superior, asentiste con la cabeza, avergonzada de haberle fallado otra vez.
En eso lo sentiste, su mano posando suavemente sobre tu hombro derecho.
-... Ven, hoy no vino Siro, así que te curare yo...-Dijo para guiarte a la "enfermería" que tenían en el cuartel. Dudaste unos segundos en si quitarte los trapos que tenías de ropa o no, pero, al final te resignaste y te quitaste las prendas que cubrían tu ropa interior deportiva. Al voltear a verte, la cara del alemán se tornó roja. Formando una... Situación bastante incómoda... Te arrepentiste de haber hecho aquello, pero, no podías dar vuelta atrás, o se vería extraño. Dejaste que se acercara con los algodones impregnados ligeramente de agua oxigenada, limpiando todas y cara una de tus heridas. No te dolía, ya estabas acostumbrada al dolor. Pero, tu piel se encendía con cada parte que sin querer, el alemán rozaba contra sus dedos.
-... 2p!Alemania...-Lo llamaste captando la atención del jefe.
-... Que sucede, (tn)??? Te hice daño???...-Pregunto tratando de ser más delicado.
-... No es eso... Es... Bueno, creo que me estoy volviendo débil...-Comenzaste a hablar, ganándote una mirada silenciosa por parte del nervioso país.
-... No paro de pensar en usted, mi corazón acelera cuando le tengo cerca, su piel hace que mis entrañas se revuelvan y me hace estremecer, nunca antes había sentido algo así, por eso creo que me estoy volviendo débil...-Declaraste tratando de tranquilizarte.
-... No es eso... Simplemente...-El alemán no te siguió explicando. Lo miraste escasos segundos, ninguno hablaba y no parecía que fueran a hablar.
Sentiste rápidamente los nervios brotado a flor de piel, más, tu cuerpo comenzó a ser atraído com un imán al cuerpo de tu superior. Sentiste escalofríos al momento de unir tu boca con la del rubio, pero, te resultaba algo adictivo. Sus manos sujetaron tus mejillas, era algo rudo, pero, te resultaba tierno pues era un tanto tímido.
Se separaron al momento de sentir sus pulmones llorar y rogar por oxígeno.
-Oh mis caros amicos, este tipo de momentos no se deberían de realizar en una enfermería, sino en un cuarto MUY alejado del cuartel donde no se oyera nada~-Canturreo bromista tu exjefe italiano. Ambos se golpearon más rojos que cualquier jitomate que haya existido en cientos de miles de años.
-Bueno, yo venía a tender un asunto con ustedes, pero, puede esperar.-Dijo para luego salir de la enfermería con una sonrisa burlona, pero, tranquila en el rostro. Su plan para que 2p!Alemania y tú se enamorarán por primera vez, había resultado un completo éxito y con honores.