Hong Kong X Lectora Amigo de infancia

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Tu corazón latía rápidamente, Hong Kong se encontraba abrazándote muy suavemente. Las sabanas cubrían sus cuerpos, él se mantenía tranquilo, podías escuchar su corazón latir con un suave compás.
-... Es como aquella vez...-Murmuro en voz baja, lo miraste levemente. Aquella vez??? Preguntaste mientras te detenías a sentir levemente la pijama del asiático, la cual era muy suave al entrar en contacto con tu piel.
-... Te refieres a cuando éramos niños???...-Preguntaste recordando aquella vez. A tu memoria llego el recuerdo de dos niños, ambos de diferentes nacionalidades, más, apesar de eso, se apreciaban profundamente. Ya era tarde y ambos se encontraban viendo una película de dibujos animados, los otros chicos ya se habían quedado dormidos en los fūtōnes que habían usado para acomodarse en el suelo al ver la película. Ya eran las 9:30, se supone que ya deberían de estar dormidos, pero, no. Ambos disfrutaban de ver la película. Apagaron la tele cuando esta acabo, además del reproductor de CD, claro esta. Ambos se quedaron platicando un poco más, tus padres y China se encontraban en una reunión de la ONU, seguramente ya no tardaban en llegar. El sonido de la alarma los hizo saber que ya habían llegado, ninguno de los dos quería que volvieras a casa, así que decidieron fingir que estaban dormidos. Rápidamente, ambos se acomodaron en el mismo fūtōn, no hubo tiempo de que alguno de los dos se cambiará, pues ya sé oír que abrían la puerta, por lo que se acomodaron abrazados el uno del otro, fingiendo estar profundamente dormidos. Al entrar, los adultos no fueron capaces de separarlos, pues les parecía cruel que los pequeños despertaran y notarán que ya no estabas con ellos, por lo que decidieron dejarte a dormir que nada perdían al dejarte encargada en la casa de los asiáticos. Hong Kong te miraba con su típica cara poker, más, tu sabias que estaba ansioso y divertido por ver lo bien que estaban engañando a los adultos. Sonreíste suavemente, mostrando que ya te faltaba un siente de leche. Al final, te quedaste a dormir en casa de los asiáticos debido a que tus padres y China si se creyeron que todos estaban profundamente dormidos, más China pronto descubrió que estaban despiertos, pues en cuanto el auto de tus padres se escucho lejos, ambos se rieron en voz baja, siendo así descubiertos por China, más este no les contó nada a tus padres...
Sonreíste levemente al recordar aquellos tiernos días de infancia.
-... Pero, esto es muy diferente!!!-Decidiste decir en voz baja.
-...-HongKong no dijo nada, más negó con la cabeza. Para él era bastante parecido.
Escondiste tu cara en su pecho, avergonzada de la situación, la situación actual si era distinta. Estabas trabajando un papeleo con el país de mirada monótona cuando un resbalo causo que ambos terminarán en el suelo, era una pose un tanto comprometedora. Antes de que pudieras decir algo, Hong Kong te acostó en la alfombra (la cual estaba recién limpiada), a su lado, más, te abrazo y escondió tu rostro en su pecho. En ese momento entro el superior del país masculino para encontrarlos "dormidos" en la alfombra. El pobre superior no pudo hacer más que sonrojarse y alejarse sigilosamente fingiendo no haber visto nada.
Cuando este estuvo lo suficientemente lejos, Hing Kong te separó ligeramente de él.
-... Cuando pasó lo de aquella vez... Quise hacer algo... Pero... No lo hice...-Te susurro al oído.
-... Qué cosa???...-Preguntaste mirándolo a los ojos.
-... Esto...-Contesto para besar tus labios, dejándote como piedra por instantes.
-... Sólo que cuando era un mocoso... El beso era en la mejilla...-Confeso sonrojado. Sonreíste apenada, más, negaste con la cabeza.
-.... Ay, Hong Kong, a mi no me engañas, desde siempre has sido un precoz...-Murmuraste burlona, el chico mostró una ligera nueva de asombro.
-... Cómo sabes eso???-Pregunto mirándote a los ojos.
-... Acabas de decírmelo, bobo...-Respondiste soltando una pequeña risa. Hong Kong volvió a besarte, y tú, embolsando una pequeña sonrisa en el beso, volviste a besarle. No lo admitirías nunca en voz alta, pero, aquella vez, tú también habías deseado darle un beso y no exactamente en la mejilla.

•Oneshots Hetalia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora