•Oneshots Hetalia•

Prusia X Lectora Temo enamorarme

Definitivamente no!!! No, no y no!!! No puedes enamorarte de él!!! Será problemático y lo sabes, enamorarte de Prusia significa meterte en problemas más grandes que la muralla China recorrida 150 veces. Además, ya tenías bastantes problemas sólo siendo su amiga, en resumidas cuentas, si algo hacia él, ambos terminaban en el salón de castigo, aún si tú nunca hacías nada, para ser sincera eras del tipo de estudiante regular, tenías calificaciones promedio, conducta respetable, pero, todo cambiaba y se amolaba cuando tenías al alemán cerca de ti.
Cómo diablos le hacía para meterse en tantos problemas!!!???
Suspiraste agotada al sentarte de nuevo en el pupitre de detención.
-No sabes cuanto te detesto en estos momentos, Gilbert.-Estabas lo suficientemente enfadada con él como para llamarlo por su nombre humano.
-Venga (tn), sólo fue una muy buena broma al maestro de laboratorio, ke se se se!!!-Exclamo alegre el muy hijo de su maíz paloma.
-Dime cuando demonios tirarte al suelo de laboratorio, convulsionarte, escupir sangre por la boca y decir que el virus se ha esparcido, es divertido!!!??-Preguntaste enfadada, descargando tu ira con un golpe en su brazo derecho, logrando escuchar que se quejó suavemente.
-Rayos, (tn), desde que entraste al club de boxeo y al de karate, comenzaste a volverte fuerte.-Dijo mirándote ligeramente.
-Deja de quejarte, maldición-Te recostaste en el pupitre, escuchaste el sonido de la silla de Prusia recorrerse, luego unos pasos y después de eso, el sonido de otra silla, cuando desviaste la vista hacia arriba te topaste con dos ojos color rubí.
Desviaste la mirada sonrojada y enterraste tu cara en tus brazos.
-Estas tan enfadada???, vamos, yo sé que en el fondo me amas!!!-Dijo alegremente.
Amarlo??? No te atreviste a levantar la mirada, no ahora que si tenías ese tipo de sentimientos por él.
-... Déjame en paz, Gilbert...- Para tu sorpresa el chico albino metió sus manos hasta tocar tus mejillas y levantó suavemente tu rostro.
-...-Prusia quedo en silencio, te sentías incómoda por su tacto, no sabias que el alemán estaba recorriendo cada detalle de tu rostro para guardarlo en su memoria. Lo que más parecía llamar su atención era un pequeño lunar que tenías cerca de tus labios.
-Ya basta!!!-Te separaste violentamente y saliste corriendo del salón.
Después de un tiempo de huir te escondiste en el salón de artes. Sentandote en una esquina, tratando de tranquilizarte, escondiste tu cabeza en tus rodillas, por lo que no notaste que cierto alemán se había acercado a ti.
-... Lo siento... -Se disculpó, no levantaste la mirada pues sabias perfectamente bien quién era.
-Vete, Gilbert...-Suplicaste suavemente.
Tus lágrimas estaban a punto de salir, no querías que él te viera así.
-Si fue por la broma, perdóname, el asombroso yo no lo volverá a hacer-Comenzó a decir, levantaste tu vista nublada por el agua salada.
-No es eso, sólo, déjalo así!!!-Dijiste para luego volver a esconder tu rostro.
-Entonces que hice???!!!-Pregunto desesperado.
-... Hay una chica... Que hace poco descubrió que te quería... Si te la pasas todo el tiempo conmigo, ella saldrá muy herida...-Comenzaste a hablar con la voz cortada.
-... No me interesa... Sólo tengo mi asombrosa mirada en ti, por eso me meto tanto en líos, para que estemos juntos.-Levantaste la vista sorprendida, Prusia se mostraba levemente sonrojado, se sentó a tu lado y recargó su cabeza suavemente sobre ti.
-...-Las lágrimas te habían parado de golpe, sonreíste para él.
-Temo enamorarme de ti...-Dijiste ya más calmada.
-... También temía enamorarme, pero, creo que ahora está bien... Porque te quiero...-Volteaste a ver al albino, el cual, sonrojado, logro darte un pequeño beso en los labios.
-... En el fondo... Puede que.... Si te ame un poco...-Murmuraste al recordar cuando el chico alemán te había dicho que en el fondo lo amabas.
Y así fue como comenzaron a ir a los salones de castigo... Tan seguido...