Reestablecidos..

1.3K 88 207
                                    

_______ POV

Después de la sentencia del juicio las cosas sólo empezaron a mejorar.

Puedo recordar claramente el amanecer del siguiente día, una tenue luz se colaba por la ventana, y aunque el día ciertamente estaba nublado yo lo sentía como uno de los más brillantes.

Que liviana, cuan libre y segura me sentía ahora que todo había acabado.

De alguna manera saber que James no volvería a ver la luz del día, al menos no fuera de la cárcel, me hacía sentir que había logrado vengar al bebé que perdí y aunque nada en el mundo me lo devolvería, que ese infeliz se pudriera en aquel horrible lugar era como honrar a mi bebé y eso me satisfacía enormemente.

- ¿Qué pasa por esa preciosa cabecita? - la todavía adormilada voz de Chris me hizo sonreír, y más aún sus tibios dedos acariciando mi rostro.

- No mucho - le dije recostándome de lado para poder observarlo mejor.  El me sonrió y entrecerró sus ojos.

- ¿Qué? - inquirió

- ¿Cómo es que te puedes verte tan condenadamente sexy, con tu cabello revuelto cual nido de pájaros y tu rostro soñoliento?

Chris no puede contener una sonora carcajada que incluso le hace lagrimear.

- Son tus ojos de amor, que te hacen creer que me veo bien, estoy seguro nadie más pensaría así, al ver mis fachas.

Niego con la cabeza, porque estoy segura que el mundo entero concuerda conmigo.

Ese día nos quedamos más tiempo del acostumbrado en cama. Conversamos serenos haciéndonos mimos varios y una vez más, me doy cuenta que no se necesitan grandes cosas para ser feliz. Que estar junto a Chris es más que suficiente y que me siento agradecida por poder apreciarlo.

Afuera hace bastante frío y aunque mi estado de ánimo pide festejar, acordamos hacerlo en casa. Quiero hacer una comida casera y le presento el plan a mi novio.

-Entonces... ¿Qué dices amor?

Chris está revisando su teléfono, pero levanta la vista cuando lo llamo.

- Sí, eso suena genial nena.

Entrecierro mis ojos cuando noto la concentración de Chris al textear.

- Con quien hablas... - pregunto

Chris levanta nuevamente su cabeza.

- Scott y algunos de los chicos están en la ciudad y querían que nos encontremos.

- Genial!!, invítalos

- Nena, pensé que querrías algo más íntimo..

- Son tus mejores amigos, invítalos, aún no envío el pedido, puedo agregar un par de kilos más de lomo y de verduras y cocinaré para todos, podemos usar la máquina karaoke. - sugiero y veo crecer su sonrisa.

- ¿No es mucho trabajo?

- Invítalos rápido, así yo confirmo el pedido.

Chris asiente y a los pocos minutos me comenta que han aceptado la invitación.

Cuarenta y cinco minutos después el pedido llega al departamento. Y yo me pongo manos a la obra con ayuda de mi novio.

Media hora después, nuestros invitados llegan, la comida como tal no está lista pero si los bocadillos que he preparado, nada laborioso, son mini brochetas de queso, jamón serrano y aceitunas con una salsa para acompañar. Y claro una refrescante y dulce sangria porque le va bien al lomo y ¿quien no ama aquella deliciosa bebida?

Aprueba De TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora