Mi mejor actuación [TAEGI]

Capítulo 41

Advertencia: este capítulo trata temas, de manera explícita, que pueden herir la sensibilidad de algunas personas, tales cómo la homofobia, agresión y violencia intrafamiliar.
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Había dejado de sentir dolor minutos atrás, porque nada podría hacerle más daño que la frase que su padre le gritaba una y otra vez mientras lo golpeaba:

'Prefiero un hijo muerto, antes que uno maricón.'

Sentía la sangre brotando de su nariz y su boca con cada puñetazo, sabía que su padre no iba a parar hasta matarlo. Pero ya no le importaba.

Había tenido el valor de ser quién era, de decir la verdad. Y si se moría, se moriría feliz, porque su padre no podría arrebatarle eso.

Tras varios minutos su cuerpo no soportó más y cayó exhausto. Sintió el impacto de su cabeza contra el suelo y sabía que todo se acababa, comenzaba a perder la conciencia.

Lo último que escuchó antes de desmayarse fueron los gritos desesperados de su madre y lo único en que podía pensar era en cuanto deseaba que estuviera orgullosa de él.

El último golpe le hizo rebotar la cabeza contra el suelo, tan fuerte, que la oscuridad lo atrapó en un segundo.

...

Se despertó al sentir el tacto de alguien agarrando con fuerza su mano, no necesitaba abrir los ojos para saber que era su madre.

- Despierta Taehyung, por favor hijo mío. - le suplicaba en voz baja. - Despierta.

- ¿Mamá?- le respondió tratando de abrir los ojos. Los párpados le pesaban demasiado y el dolor de cabeza era insoportable. - Mamá.

- ¡Oh Taehyung! - sintió como su madre soltaba su mano y la escuchó correr. - ¡Enfermera, enfermera!

Abrió los ojos a duras penas y vio a su madre volver a su lado junto a una enfermera.

- ¡Por fin te despiertas, campeón! - le dijo la muchacha con una sonrisa.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué está pasando? - preguntó confundido tratando de identificar su alrededor.

- Estás en el hospital. Ingresaste ayer, poco después del mediodía. - el castaño miró a su madre que lloraba desconsolada.

- Estoy bien mamá, no llores. - le pidió acercándole la mano.

- Lo siento hijo, lo siento, no debí haber permitido que volviera. - se disculpó ella volviendo a agarrarlo. Taehyung negó con la cabeza.

- ¿Donde está Eonjin?

- Ha bajado a comprar algo de comida para las dos, tiene que estar al llegar ya. Se va a poner muy contenta de verte despierto.

- ¿Estoy bien, enfermera? - preguntó preocupado. La mujer le sonrió tranquilizándolo.

- Estás hablando sin problemas y pareces recordar todo, aunque tienes una fractura en el brazo. - el castaño asintió levemente con la cabeza observando su brazo escayolado. - Tendremos que hacerte pruebas, ahora que estás despierto, para comprobar que todo está bien. Pero parece que sí.

En ese momento la puerta se abrió y su hermana corrió hacia él al verlo despierto.

- ¡Taehyung! ¡Oh Taehyung! - gritó dejándose caer a su lado llorando.

- Estoy bien, estoy bien. - le dijo él acariciando su pelo.

- Os dejaré un rato para que habléis, luego vendrá el doctor para informarte sobre las pruebas pertinentes.

Después de unos minutos en silencio observando las heridas y los moratones de su cuerpo, se armó de valor para preguntar.

- ¿Qué ha pasado con él? - preguntó a su madre y a su hermana. La señora Kim rompió en llanto de nuevo.

- Mamá y yo conseguimos pararlo y llamar a la policía, que se lo llevó detenido. Las dos hemos puesto una denuncia conjunta. - le explicó su hermana. - La policía espera que tú la ratifiques para comenzar el proceso legal.

- No sé cómo he podido estar casada tantos años con una persona así. - dijo la señora Kim sollozando. Eonjin se acercó a abrazarla.

- Está bien mamá, no es culpa tuya. - luego se dirigió a su hermano. - Jimin y su novio llegaron cuando la ambulancia te estaba llevando. Le expliqué por encima lo que había pasado, ya sabes, sin detalles. - Taehyung asintió con la cabeza. - Estaba muy asustado, se pasó todo el día aquí, y su chico también. Pero mamá le dijo que fueran a casa a dormir y que los avisaría si había cambios. También vino Hoseok con ese otro amigo tuyo que no conozco.

- ¿Namjoon? - la chica asintió.

- Entonces Yoongi ya lo sabe. - Eonjin volvió a asentir.

- También vino Haneul, dijo que tenía un asunto familiar hoy y que volvería en cuanto terminase. - Taehyung tragó saliva sintiéndose culpable, por un momento se había olvidado de ella.

- Está bien, ¿tienes mi teléfono? - su hermana comenzó a rebuscar en su mochila y se lo entregó.

- No ha dejado de vibrar desde ayer, pero no lo he mirado.

No pudo evitar llorar al leer los mensajes desesperados de Yoongi. Sabía que el chico en cierto modo había revivido lo ocurrido con su hermano y odiaba que se sintiera culpable.

Miró la hora: once y diez de la mañana. Lo que significaba que el rubio aún seguiría en el tren.

- ¿Podéis dejarme solo un momento? - le pidió a su madre y a su hermana.

- No deberíamos Taehyung... - le respondió la señora Kim preocupada.

- Estoy bien mamá, podéis quedaros en la puerta si queréis, solo dame cinco minutos. - la mujer asintió y salió de la habitación junto a su hija.

Tragó saliva y marcó el número del mayor, un par de tonos después, escuchó su voz nerviosa al otro lado de la línea.

- ¿Taehyung? ¿Eres tú?

- Hola hyung.

- ¡Oh dios mío! ¿Estás bien? Voy de camino, me queda poco más de media hora. ¿Estás bien? Dime que sí, por favor. - el castaño sonrió al escucharlo.

- Estoy bien, tranquilo. Me tienen que hacer algunas pruebas pero me siento bien, un poco dolorido, ya sabes...

- Lo siento. Siento no haber estado ahí contigo. - se disculpó.

- No es tu culpa hyung, tú estabas donde debías estar. - le respondió el castaño. - Y deberías seguir allí con tu hijo.

- ¿Estás loco? No hay nada más importante ahora mismo que tú. - Taehyung sonrió de nuevo.

- No digas eso, Soobin es más importante.

- Los dos sois importantes para mí, Taehyung. La diferencia es que él está feliz y sano con su mamá y puedo venir a verlo el próximo fin de semana, y tú estás ingresado en un hospital porque tu padre casi te mata y ni sé porqué.

- Les conté la verdad a él y a mamá.

- ¿La verdad? - el menor tragó saliva antes de responderle.

- Que también me gustan los chicos.