Mi mejor actuación [TAEGI]

Capítulo 38

Cuando bajó a por algo de cenar, a eso de las diez de la noche, se encontró toda la casa a oscuras y a su hermana sentada en una silla de la cocina, a solas.

- ¿Dónde están mamá y papá? - le preguntó extrañado.

- Mamá se fue a su habitación hace un rato, papá se ha ido. - le respondió mirando fijamente el plato.

- ¿Se ha ido? - la chica asintió con la cabeza.

- A veces no duerme en casa, de eso era de lo que te quería hablar. - Taehyung abrió los ojos sorprendido y se sentó junto a ella.

- Lo siento yo no... - Eonjin se encogió de hombros.

- Se van a divorciar, se pelean todos los días desde que papá te pegó. - le confesó. - Mamá me dijo que ya no lo soporta más.

- Que lo haga, entonces. Al fin y al cabo es un lastre para todos. - la chica asintió dándole la razón.

- Pero es nuestro sustento y sin él, no tendremos nada.

- No me importa dejar la carrera y buscarme un trabajo, si eso significa que todos en esta casa podamos ser felices. - le respondió sin dudar ni un segundo.

- ¿Te gustan los chicos, verdad? - Taehyung se encogió de hombros, avergonzado. - Oh vamos, yo te confesé lo mío.

- Eso creo. - Eonjin se echó a reír.

- Ya lo sabía, tu forma de hablar de Yoongi no era como la de un simple amigo.

- ¿Tanto se nota? - le preguntó preocupado.

- Supongo que yo lo noté porque jugamos en el mismo equipo. - el castaño soltó una carcajada.

- ¿Sabes el infarto que le daría a papá si se entera de que te gustan las chicas? - su hermana se encogió de hombros.

- Entonces quizás vaya y se lo cuente. ¿Te animas tú también? - le dijo con diversión levantándose de la silla.

- Me lo pensaré.

- Ahora en serio oppa... entiendo que no quieras salir del armario, o que te cueste asumirlo, pero deberías replantearte tu relación con Haneul.

- Lo sé. - respondió él, cansado de escuchar lo mismo.

- Estoy harta de verle la cara cada dos por tres, creo que prefiero vérsela a Yoongi. - gritó mientras salía de la cocina.

...

Terminó de cenar y subió las escaleras para dirigirse a la habitación de sus padres. Sabía que su madre estaba sola y despierta, pues podía oír la televisión encendida. Tocó la puerta y esperó a que su madre respondiera para entrar.

- ¿Qué ocurre hijo? - le preguntó ella tumbada en la cama. Taehyung se acercó.

- ¿Puedo dormir hoy contigo? - la mujer asintió con una sonrisa y abrió las sábanas, para que se metiera dentro.

- Hacía muchos años que no me lo pedías. - el castaño se echó a reír. - No puedo creer lo mayor que te has hecho, ahora eres tú quien cuida de mí.

- Yo aún sigo necesitando que cuides de mi, mamá. - la señora Kim acarició su pelo.

- Siempre lo haré.

Se dejó caer sobre el hombro de su madre y se puso a ver con ella la película que estaba viendo. Quería estar con ella, que se sintiera arropada y que no tuviera miedo.

Quería que entendiera que ni él, ni Eonjin, la dejarían nunca sola.

- ¿Hay fiesta de pijamas y yo no me he enterado? - preguntó su hermana abriendo la puerta de golpe, sin avisar. Él y su madre se echaron a reír.

- ¿Tú también quieres dormir conmigo? - le preguntó la señora Kim. Eonjin asintió con la cabeza y se lanzó a la cama.

Cuando terminó la película, la señora Kim apagó la televisión y se quedó observando a sus hijos, uno a cada lado de ella.

- ¿De verdad vais a dormir conmigo esta noche? - les preguntó. Ambos asintieron con la cabeza. - Papá y yo nos vamos a divorciar.

Los chicos abrazaron a su madre en silencio, sabían que no era fácil para ella y sabían por qué lo hacía.

- Yo... quiero decirte algo, mamá. - le dijo Eonjin separándose un poco de ellos.

- ¿Qué ocurre? - Taehyung miró a su hermana y le sonrió, animándola a hacerlo.

- Mamá yo soy... soy lesbiana. - le confesó. La señora Kim suspiró y asintió con la cabeza.

- He querido negarlo durante mucho tiempo, pero algo dentro de mi lo sabía. - Eonjin la miró confundida. - Nadie conoce a una persona tantocomo una madre a sus hijos.

- ¿Me vas... me vas a querer igual? - le preguntó asustada. La señora Kim acarició su pelo con ternura.

- Claro que sí, Eonjin. - luego se dirigió a él. - Y a ti también, Taehyung.

- Lo sé, mamá. - respondió el castaño. La mujer le sonrió.

- ¿Y tú hay algo que quieras decirme? - Taehyung se quedó en silencio unos segundos, pensando si debía o no contarle a su madre lo que le estaba sucediendo.

- No, mamá  - mintió. La señora Kim suspiró.

- Está bien hijo, recuerda que solo quiero que seas feliz.

...

Aquella noche estuvieron despiertos hasta muy tarde, ignorando el hecho de que al día siguiente tenían clase.

Eonjin los entretenía contándole cosas sobre una chica que le gustaba, pero no le hacía caso y él disfrutaba viendo cómo su madre se escandalizaba, luego se disculpaba y se reía, una y otra vez.

Entendía que no era algo con lo que ella se había criado, y que tener una persona como su padre al lado, no ayudaba en nada a que abriera su mente. Pero veía como ponía todo su empeño en entender a su hija.

Los dos sabían perfectamente porque sus padres se divorciaban, aunque ninguno de los dos se lo hubiera dicho: su madre había elegido el camino difícil, el de cuidar, comprender y querer a sus hijos por encima de todo. Aunque eso significara tener que hacerlo sola.