Capítulo 58

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Apuraron al máximo cada minuto de la mañana del domingo con la familia de Yoongi, pero el inevitable momento llegó.

Despedirse de Soobin y escucharlo llorar fue horrible incluso para él, pero también de la pequeña Jessica y de sus padres.

- Te esperamos pronto de vuelta, Taehyung. - le dijo Ian mientras lo abrazaba con cariño.

- Te prometo que en cuanto pueda estaré aquí de nuevo, hyung. - Mihee se acercó a él para abrazarlo también

- Espero que hayas estado agusto con nosotros. - Taehyung le sonrió asintiendo con la cabeza mientras abría la puerta del lado del copiloto. - Y que te cures pronto tu brazo.

...

El camino de vuelta fue mucho más silencioso y menos alegre que el de ida. A pesar de tener sueño, no quiso dormirse porque sabía que Yoongi lo estaba pasando muy mal y quería al menos reconfortarlo con su presencia.

- ¿Vas a venir el próximo fin de semana? - le preguntó intentando sacar un poco de conversación.

- No sé si podré, estoy a la espera de las fechas de mis finales. - Taehyung asintió con la cabeza.

- ¿Estás nervioso por graduarte? - el rubio se encogió de hombros.

- La verdad es que tengo ganas de terminar y empezar a buscarme la vida. - le respondió. - Sobre todo ahora que está Soobin.

- ¿Y cuáles son tus planes, hyung?

- Aún no lo sé, pero quizás sea buena idea venirme a Daegu a vivir y buscarme un trabajo. - le dijo sin apartar la vista de la carretera. Taehyung hizo una mueca de tristeza.

- Si, es una buena idea. - al escuchar como había cambiado su tono de voz, Yoongi lo miró y le sonrió.

- Podrías venirte conmigo cuando termines de estudiar. - le sugirió, y el castaño no pudo evitar emocionarse al escucharlo.

- Aún me faltan dos años, hyung.

- Puedes venir los fines de semana mientras, y yo también iría a Seúl, sigo teniendo a mi gente allí. - Taehyung asintió con la cabeza. - Lo que tengo claro es que me gustaría que siguieras en mi vida, sea como sea.

- A mí también me gustaría. - Yoongi sonrió y pellizcó su mejilla con ternura.

- Entonces así será.

...

Cuando cruzaron el cartel que anunciaba la entrada de Seúl, la realidad les golpeó cayendo sobre ellos como un jarro de agua fría.

Les tocaba volver a la normalidad, a ser dos simples amigos que pasaban tiempo juntos. Guardar los besos y las caricias bajo llave y seguir cada uno con su vida.

Pero los dos sabían que eso no iba a ser posible y que era cuestión de tiempo que todo explotara.

Lo que había nacido entre ellos en Daegu solo era el principio de la historia y ahora que los dos se habían lanzado a la piscina de cabeza, ya no había vuelta atrás. O se mojaban, o se estampaban.

- ¿Puedo dejarte en la puerta de casa o hay algún peligro? - le preguntó Yoongi al adentrarse en su barrio.

- No creo que Haneul este por aquí, no le dije a que hora volvía y si estuviera en casa esperándome, mamá me habría avisado. - el rubio no pudo evitar soltar una carcajada.

- Te estás convirtiendo en todo un infiel experto. - Taehyung se echó a reír y le golpeó el pecho con la palma de la mano.

- Tienes que dejar de bromear con esos temas.

- ¿Por qué? Si te como la polla no pretendas que me preocupe por tu novia después, Taehyungie. - el castaño se tapó la cara abochornado.

- De verdad que a veces no sé por qué me fijé en ti. - Yoongi frenó el coche, habían llegado a su puerta.

- No sé por que te fijaste en mí, pero si sé porque al final vas a quedarte conmigo. - le dijo mirándolo a los ojos. Taehyung le sonrió vacilante.

- ¿Ah sí? ¿Por qué? - el rubio se acercó a él y dejó un tierno beso sobre sus labios.

- Porque te voy a dar lo que nadie te ha dado nunca. - el menor soltó una carcajada y agarró su nuca, acercándolo más a él para besarlo con ganas.

- ¡No me puedo creer que seáis tan tontos! - dijo una voz al otro lado del cristal. Los chicos se separaron asustados al escucharla.

- ¡Dios, Eonjin! - gritó Taehyung al ver a su hermana riéndose a carcajadas por la ventana.

- Cortaos un poco, idiotas. Os puede ver cualquiera y no tengo ganas de escuchar los gritos de la estúpida de tu novia si se entera. - le respondió ella abriendo la puerta de la casa.

- Tu hermana tiene razón, no deberíamos hacer esto. - dijo Yoongi. - Al menos no en mitad de la calle mientras sigas teniendo novia.

- Sobre ese tema, hyung yo... - el rubio negó con la cabeza.

- No tienes que decirme nada, eres tú quien decide lo que hacer. - lo cortó. - Yo creo que es obvio que me gustas, eso lo sabes, así que creo que por mi parte todo está claro.

- Yo... quiero dejarla.

- Entonces hazlo, cuando tú quieras. - le respondió. - No voy a presionarte para que la dejes y te vengas conmigo, creo que eso es algo que tiene que nacer de ti.

- Quizá me odies pero... Me gustaría seguir viéndote mientras aclaro todo con ella. - le dijo avergonzado. Yoongi se echó a reír.

- No estaba en mis planes dejar de verte, Taehyungie. - el castaño sonrió y abrió la puerta del coche para salir.

- Gracias por este fin de semana, hyung.

...

Entró a su casa con una sonrisa de oreja a oreja. Se sentó con su madre y su hermana y les explicó porque Yoongi había ido a Daegu y lo bien que lo había pasado allí.

Su madre se escandalizó un poco por el tema del bebé, e incluso le preguntó si Yoongi no querría retomar la relación con Sunmi, cosa que le sentó como una patada en el estómago.

Después de hablar un rato con ellas y contarles lo bonitos que eran Soobin y Jessica, subió a su habitación y se dejó caer en la cama. Estaba cansado de la maldita escayola y aún le quedaban tres semanas por delante antes de poder quitársela.

Pero lo que más le preocupaba era Haneul y como iba a afrontar lo inevitable.

Mi mejor actuación [TAEGI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora