Taehyung siempre había disfrutado de las vacaciones. Adoraba levantarse tardes, comer a destiempo y pasear con sus amigos hasta tarde las noches de verano.
Pero ese año todo fue muy distinto.
El curso de teatro se le pasó en un abrir y cerrar de ojos, lo aprovechó al máximo junto a Hyejin y aunque tuvo que madrugar durante todo un caluroso mes, no le costó ni lo más mínimo hacerlo.
Aprendió tantas cosas y descubrió tanto sobre sí mismo, que a veces deseaba poder volver el tiempo atrás y revivirlo.
Pero sin duda, lo que más le marcó fue los días que trabajó con los pequeños. Tuvieron que formar, por parejas, unos pequeños teatros. Cada pareja tenía que trabajar con varios niños que asistían a la escuela.
Disfrutó tanto ayudando y enseñando a esos chicos, que por primera vez comenzó a plantearse su futuro y tuvo claro hacia donde quería encaminar su carrera.
El mes de agosto fue, sin duda, el más extraño. Jamás había salido de su casa más que un par de días y verse subido solo a un tren para pasar las dos últimas semanas de vacaciones en Daegu junto a Yoongi, lo tenía tan entusiasmado como muerto de miedo.
Se habían visto alguna que otra vez desde que el rubio se mudó, pero solo algún fin de semana que Yoongi tuviera libre. El chico solía trabajar de sol a sol y aunque estaba ganando un buen dinero y podía permitirse viajar cuando quisiera, era precisamente tiempo lo que no tenía.
Así que Taehyung prefirió guardar el poco dinero que tenía para ir a visitarlo cuando supiera que podría estar más tiempo con él. Y fue a final de agosto, coincidiendo con el cumpleaños de Soobin, cuando por fin pudieron encontrarse.
...
Si le hubieran dicho meses atrás que estaría saliendo con un chico, que además tenía un hijo y que se haría buen amigo de la madre de este, se habría reído a carcajadas en la cara de quién fuera.
A veces no podía evitar pensar que su vida era totalmente surrealista en ciertos momentos. Y ese era uno de ellos.
- ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz!
El pequeño Soobin se acercó a su tarta y sopló con toda la fuerza de sus pequeños pulmones. Después de varios minutos luchando con las tres velas, y alguna que otra ayuda encubierta, logró apagarla y su carita de orgullo iluminó la habitación.
- ¡Bien hecho, hijo! - lo alentó Yoongi mientras aplaudía. Y su sonrisa se hizo aún más grande.
- ¡Es hora de los regalitos! - gritó Jessica entusiasmada. No había duda de que esa era su parte favorita de los cumpleaños.
Taehyung llevaba consigo varias bolsas con regalos. Algunos de su madre y Eonjin, otras del tío Namjoon, que no había podido ir por el trabajo, y otras tantas de el resto de sus amigos, que a esas alturas ya se habían autoproclamado tíos.
- ¿Cuál quieres abrir primero? - le preguntó Sunmi señalando todos los paquetes colocados en la mesa frente a él. El pequeño se quedó mirando todos los envoltorios durante unos segundos.
- ¡Quiero Hyungie! - respondió, importándole bien poco lo mucho que su madre hubiera organizado los regalos.
- Como no... - protestó Yoongi rodando los ojos.
Aunque comenzaba a acostumbrarse a la relación de su hijo con Taehyung y adoraba ver lo mucho que se querían, a veces no podía evitar sentir celos porque para Soobin su Hyungie siempre era prioridad.
Sunmi soltó una carcajada al ver la cara de desagrado del rubio y buscó entre todos los paquetes el nombre de Taehyung. El menor lo observaba medio avergonzado, medio divertido desde una esquina.
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Mi mejor actuación [TAEGI]
FanficTaehyung es un estudiante de Arte Dramático al que un día la vida obliga a interpretar el papel más difícil de todos: fingir amistad donde hay amor. '¿Cuándo vas a darte cuenta de que la vida no es un escenario y vas a dejar de actuar? Estás tan ena...