Capítulo 1

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- ¿Desde cuándo te gusta Jimin? - le preguntó Taehyung al mayor. Yoongi dio un sorbo a su café, preparándose mentalmente la respuesta que le iba a dar.

- No me gusta, pero me parece interesante, Hoseok habla mucho de él, y es evidente que es guapo. - el castañó rió.

- Quizás deberías venir con nosotros de vez en cuando, así lo conoces un poco más.

- Tampoco pienses que voy a ir detrás de él como un perrito, él es guapo, pero yo también lo soy. – dijo el mayor haciéndose el ofendido. Taehyung soltó una carcajada.

- Eso es cierto, eres muy atractivo. – le respondió siguiéndole el juego. El rubio sonrió, haciendo que sus encías asomaran de una manera adorable y él se contagio de su sonrisa.

Yoongi era conocido en la Universidad como ‘el tipo con cara de culo’, apodo que se había ganado gracias a su semblante serio, sus palabras cortantes y sus miradas asesinas.

Tenía un fuerte carácter, podía ser realmente sarcástico cuando se lo proponía, y cuando no también, pero debajo de esa fachada de ‘chico malo’ se escondía una persona maravillosa.

En palabras de Hoseok era: el mejor amigo que alguien podía tener, daba muy buenos consejos y tenía un corazón enorme. Aún así, no pudo evitar sorprenderse al verlo con esa actitud tan divertida y sonriente.

- Pero él está saliendo con alguien, ¿no? - le preguntó con curiosidad.

- ¿Te refieres a Jungkook? - Yoongi asintió. - Sinceramente, eso no hay quién lo entienda. Se pasan el día pegados, pero Jimin niega que sean algo más que amigos.

- Quizás sea un hetero curioso que quiere experimentar. – respondió el rubio soltando una carcajada.

Taehyung no soportaba a Jungkook, le parecía un niñato engreído, y odiaba profundamente la cara de estúpido que su amigo ponía cuando lo miraba. Sabía que perdía el culo por ese chaval, pero no entendía por qué.

...

Tras un rato de charlas y risas, recordó que había quedado con sus amigos esa misma tarde.

- ¿Qué hora es? - le preguntó al mayor. Había perdido por completo la noción del tiempo.

- Casi las cinco ya. – respondió Yoongi tras mirar el reloj que llevaba en su muñeca izquierda.

- ¡Mierda! Le dije a los chicos que iría a ayudarlos con la escenografía. Me van a matar – gritó el castaño levantándose apresurado de la silla. – Voy a pagar esto y…

- No te preocupes – lo cortó el rubio. - Yo me encargo de la cuenta, vete tranquilo. - Taehyung lo miró indeciso – Tú pagas la próxima.

- Eso ni lo dudes – le dijo sonriendo mientras cogía su mochila. Yoongi se echó a reír.

- Que te vaya bien con los chicos, espero que Hoba no te asesine.

- Si lo intenta le diré que me has entretenido, será todo tu culpa. - respondió gritando mientras salía corriendo.

El mayor soltó una carcajada y se levantó de la silla para ir a pagar la cuenta, después volvió a pie a casa.

La cafetería no estaba precisamente cerca, pero no le apetecía coger un autobús y ese día no había cogido el coche, así que se fue caminando y recordando todo lo que acababa de pasar.

Taehyung era realmente agradable, era bastante tierno y muy simpático. Aunque sus personalidades eran totalmente opuestas, en ningún momento se sintió incómodo con él.

El castaño le daba conversación hasta a un muerto en el momento en que cogía confianza, pero también era capaz de escuchar y mostraba interés cuando le contaba algo. Y eso le agradó.

No pudo evitar sonreír cuando la imagen del menor con los ojos fijos en él, abiertos como los de un niño que escuchaba la más intrépida de las historias, se le vino a la mente.

...

Iba llegando a casa cuando su teléfono sonó.

- ¿Qué pasa RapMon? - saludó al descolgar.

- Hey Suga. - respondió el chico. - Te llamo para avisarte que mañana por la noche hay fiesta en casa de Kim Seokjin y me ha dicho que invite a mis amigos.

- ¿No se supone que trabajabas este fin de semana? - preguntó Yoongi confundido.

- He cambiado el turno con Juwon, ¿de verdad pensabas que me perdería una fiesta de Seokjin? - el rubio soltó una carcajada.

- ¿No te cansas de intentarlo con el pijo ese? Sabes que no te hará ni puto caso, eres demasiado macarra para él.

- Soy tatuador, no delincuente, y si me ha invitado es por algo – respondió Namjoon ofendido.

- A lo mejor es porque quiere verme a mí, muchas veces he notado que me mira con deseo… - mintió. Le encantaba sacar de quicio a su amigo y sabía que cuando se trataba de Seokjin, era demasiado fácil conseguirlo.

- Vete a la mierda Yoongi, ¿vamos a ir a la fiesta o no? - le preguntó el moreno empezando a enfadarse de verdad.

- Que si, sabes que no te fallaría hermano. Iré a recoger tus babas, como siempre. - le respondió, y colgó la llamada dejando a su amigo con la palabra en la boca.

Namjoon fue el primer amigo que tuvo, mucho antes de que apareciese Hoseok en su vida. Vivían en el mismo barrio y habían crecido juntos. Pasaban los días haciendo el tonto por la calle, saltándose clases y escribiendo rimas.

El moreno llevaba a medias con otro chico un estudio de tatuajes, era pequeño, pero con bastante clientela. No quiso ir a la Universidad, a pesar de que era realmente inteligente y el mejor de su clase con diferencia.

Miró la hora cuando colgó el teléfono, no eran ni las seis, lo que significaba que Hoseok seguiría practicando. Conocía muy bien a su amigo, podía pasarse horas y horas en la sala. Así que le dejó un mensaje avisándolo de la fiesta del día siguiente.

'Hoba, Namjoon nos ha invitado a una fiesta mañana por la noche. No acepto un no por respuesta, díselo a tus amigos si quieres también, seguro que a nadie le molesta. Al fin y al cabo es una fiesta, ¿contra más gente mejor, no?'

Abrió la puerta de su casa y soltó sus cosas en la entrada. No tenía planes para esa noche, así que se quedaría tranquilo viendo una película y comiendo porquerías.

Subió a su habitación, se tiró en la cama y sin saber porqué, la imagen del menor volvió de nuevo a su mente.

- Una pena que seas hetero, Kim Taehyung. - pensó para sí mismo riendo.

Mi mejor actuación [TAEGI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora