Capítulo 32

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Nota: este capítulo es la continuación del 29 y por lo tanto, vuelve a ser desde el punto de vista de Taehyung.
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Se limpió la lágrima con disimulo y salió corriendo hacia el baño con la excusa de que quería limpiarse porque le dolía. Cerró la puerta y se dejó caer sobre ella, deslizándose hasta quedarse sentado en el suelo.

Flexionó sus rodillas, enterrando la cabeza entre sus piernas aún desnudas y rompió a llorar.

Ni siquiera él era capaz de entender porque lloraba, pero las lágrimas brotaban de sus ojos desesperadas, como si llevaran mucho tiempo buscando salir.

En su cabeza la frase de Haneul se repetía una y otra vez, y le ardía el pecho al pensar en Yoongi teniendo relaciones con su mejor amigo.

Se sentía confundido, mucho más de lo que había estado en toda su vida, aunque en el fondo sabía perfectamente lo que le estaba pasando.

Él no quería asumir que también le gustaban los chicos. No quería, porque sabía que su padre no lo aceptaría y que su madre se sentiría decepcionada, aunque no se lo dijera.

No quería, porque no se sentía capaz de soportar las miradas y los cuchicheos. Lo había vivido con Jimin y lo pasaba realmente mal, había tenido que defenderlo muchas veces, y curarle las heridas otras tantas.

No quería ser lo que era, porque sabía que la sociedad no lo aceptaría y que no sería capaz de sobrellevarlo.

Por eso no dejaba a Haneul, aún sabiendo perfectamente que jamás se enamoraría de ella. Sabía que la relación era puramente física, siempre lo había sido, pero no fue consciente de ello hasta que conoció a Yoongi.

Haneul no le provocaba mariposas en el estómago, Haneul no lo hacía reír solo con escuchar su voz, Haneul no le hacía latir el corazón desbocado.

Y Yoongi si.

Pero Yoongi era un hombre, y él no quería tener que soportar lo que soportan los hombres que se enamoran de otros hombres.

Se levantó del suelo y se apoyó sobre el lavabo para mojarse la cara. Necesitaba hablar con alguien, necesitaba sincerarse y que al menos alguien supiera lo que estaba pasando. Necesitaba gritarlo, desahogarse.

Y algo dentro de él le decía que esa persona que se convertiría en su confidente, tenía que ser Namjoon.

...

- ¿Estás bien? - le preguntó su chica al verlo entrar a la habitación.

- Si, creo que quizás me dio un poco de reacción el látex. - mintió dejándose caer a su lado sobre la cama.

- ¿Te apetece ver una película? - el castaño asintió con la cabeza.

- Si pero primero voy a bajar a por mi móvil. - le respondió levantándose de la cama para volver a ponerse la ropa.

Se vistió y bajó las escaleras. Entró al salón y cogió el teléfono que había dejado un rato antes sobre la mesa.

Cuando tocó la pantalla para que se encendiera, y está le mostró la llamada perdida de Yoongi, casi le da un vuelco al corazón. El chico lo había llamado hacia apenas quince minutos.

Estaba nervioso por hablar con él. No sabía que querría decirle, quizás estaba tan enfadado que quería romper su amistad. Se armó de valor y marcó su número, apenas tres tonos después, Yoongi respondió.

- Hola. 

- ¿Me has llamado? - le preguntó asustado. El mayor se quedó unos segundos en silencio.

- Si, necesitaba hablar contigo. - Taehyung tragó saliva.

- Si es por lo de ayer, ya te dije que lo siento. - respondió.

- No, no es por eso. - el castaño arqueó una ceja confundido. - Me gustaría contártelo en persona. ¿Puedes venir o... estás ocupado?

- Eh... ¿Ahora? - Yoongi soltó una irónica carcajada.

- Déjalo Taehyung, pásalo bien. - se despidió.

- ¡No, no, no, espera! - le gritó para que no colgara.

- ¿Qué quieres?

- Ven a buscarme, vámonos a algún sitio y me cuentas. - le susurró.

- ¿Y qué le vas a decir a tu novia? - el menor se encogió de hombros.

- Me inventaré cualquier excusa.

En ese momento los pasos de Haneul se escucharon por las escaleras.

- ¡Bebé! ¿Qué estás haciendo? - gritó mientras entraba al salón. Taehyung le hizo señas para que esperara.

- Vale mamá, voy para allá. - la risa de Yoongi casi lo hace reírse a él también.

- ¿Mamá? ¿La tienes al lado, no? - le preguntó.

- Si, cogeré el próximo autobús.

- Hay un parque a diez minutos andando  de casa de tu novia, frente al supermercado, espérame allí. - le respondió él, entendiendo a que se refería. 

- Vale, ahora te veo. - dijo antes de colgar la llamada.

Bloqueó el teléfono con rapidez para que Haneul no pudiera ver el nombre y se lo guardó en el bolsillo.

- ¿Está todo bien? - le preguntó la chica preocupada.

- Eh.. si, pero me tengo que ir. - Haneul arqueó una ceja. - Mamá ha tenido problemas en casa con papá y me ha pedido que vaya... Ya sabes, cosas de familia.

- Está bien, ¿quieres que vaya contigo? - Taehyung tragó saliva nervioso.

- No, no te preocupes. Además quizás mamá se sienta incómoda hablando de algo tan personal delante tuya. - la chica asintió con la cabeza.

Se despidieron en la puerta y Taehyung esperó a doblar la esquina para salir corriendo. Cuando llegó al parque Yoongi ya lo estaba esperando.

Se subió al coche y se abrochó el cinturón en silencio. El mayor arrancó, bajó las ventanillas y aceleró a toda velocidad para irse cuanto antes de allí.

Miraba por la ventana mientras el aire le despeinaba el pelo, cuando de repente se echó a reír.

- ¿De qué te ríes? - le preguntó Yoongi confundido, mirándolo de reojo mientras conducía.

- De nada hyung, solo me he acordado de un chiste. - respondió él sin mirarlo.

'Dile a tu amigo que no se le ocurra dejarte en la puerta. Eso es de primero de infieles.'

Al menos ahora lo de infiel tenía algo de sentido.

Mi mejor actuación [TAEGI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora