Capítulo 95

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Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue al pequeño Soobin durmiendo a su lado y a su padre abrazándolo, pero no llevaba su pijama, sino ropa de calle.

- ¿Qué hora es? - se preguntó a sí mismo confundido buscando su teléfono entre las sábanas.

Se sorprendió al darse cuenta de que habían dormido muchísimo y que probablemente el rubio ya había ido a entregar su currículum a la cafetería que Mihee le recomendó la noche anterior.

Se quedó mirando embobado como dormían juntos. A pesar de que el pequeño era físicamente un calco de su madre, hacía muchos gestos y se expresaba de forma muy parecida a la de Yoongi. Abrió la cámara de su teléfono móvil y se acercó con cuidado a hacerles una foto.

- ¿Qué haces? - le preguntó el rubio somnoliento al escuchar el sonido del obturador.

- Lo siento, es que sois tan bonitos que no he podido evitarlo. - Yoongi sonrió y tiro de su brazo, para que se tumbara encima de él.

- Lo vamos a despertar. - le advirtió Taehyung cuando el mayor comenzó a darle cortos besos en los labios.

- Tiene el sueño muy profundo. Además no estamos haciendo nada, ya ves como a él le gusta que te de besitos - el castaño sonrió y golpeó su pecho.

- Deja de aprovecharte de todo lo que dice tu hijo. - Yoongi mordió su labio inferior, mientras deslizaba su mano por debajo de la camiseta del menor, acariciando su cintura.

- No me busques que todavía te llevo al baño a enseñarte otra vez los tatuajes. - Taehyung no pudo evitar soltar una carcajada al entender la referencia del rubio.

- No vamos a hacer nada más en casa de tu hermana, ¡qué vergüenza!

- Entonces tendré que buscarme una casa para que cuando vengas estemos a solas.

- ¿Te han dado el trabajo? - le preguntó sorprendido. Yoongi negó con la cabeza.

- Aún no, pero tiene buena pinta. - el castaño no pudo evitar sentir cierta tristeza y su chico lo notó al instante. - Sabes que la distancia no cambia nada, ¿verdad?

- Lo sé, pero te voy a echar mucho de menos. - le dijo enterrando la cabeza en su cuello. El rubio se aferró con fuerza a su cintura.

- Y yo a ti, Taehyungie.

- Quizás sí encuentre un trabajo donde me paguen bien pueda buscar un coche de segunda mano para venir a verte. - Yoongi asintió y besó su cuello con dulzura.

- Encontraremos la manera.

...

Ir a Daegu era diversión asegurada, eso era algo que a Taehyung le había quedado muy claro, pero también era tristeza.

Admiraba la fortaleza de Yoongi por ser capaz de dejar a su pequeño llorando cada fin de semana en brazos de su madre y entendía que eso no debía ser así. Ellos no tenían que estar separándose a cada rato, Soobin se merecía tener a su padre cerca y crecer con él.

Por eso era incapaz de pedirle a Yoongi que no se fuera, aunque el miedo y la incertidumbre lo invadieran cada vez que pensaba en separarse de él.

- ¿Estás bien? - le preguntó mientras se ponía el cinturón. El mayor asintió con la cabeza, pero tenía los ojos llenos de lágrimas.

- No me acostumbro, ¿sabes? - le dijo con una triste sonrisa poniendo el coche en marcha. - Me he perdido tanto de él, que ahora me duele incluso más no poder verlo a diario.

- Te entiendo, hyung. - respondió el castaño acariciando su pierna con cariño. - Pero todo eso cambiará muy pronto.

- Me da miedo que pienses que te abandono. - Taehyung negó con la cabeza sin dejar de mirarlo.

Mi mejor actuación [TAEGI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora