Los bebés y los abuelos duermen mucho

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Jongho se estaba durmiendo mientras Hoseok le daba de comer. Masticaba muy despacio y miraba a Hoseok con sus bonitos ojos negros entrecerrados. Aquel día, la hora de la comida se había retrasado un poco por complicaciones en la cocina (alguien había confundido la sal con la azúcar, arruinando gran parte de la comida y tuvieron que empezar de nuevo). Por esto, la hora de la siesta había empezado cuando aún estaban dando de comer a la mayoría de los bebés. A algunos no les afectaba demasiado, sobre todo a los más mayores. Sin embargo, el bebé conejo Jongho estaba tan acostumbrado a su siesta que ya no podía mantenerse despierto por mucho más tiempo. Viendo que tampoco le quedaba mucho arroz en el plato y que básicamente se lo estaba comiendo de mala gana, Hoseok le dio un poquito de agua y le quitó el babero. Cargando a Jongho con un brazo y llevando el plato y el vasito con la otra mano, Hoseok hizo el corto viaje hasta la cocina para dejarlos ahí. Saludó a los niños que se le cruzaron, después de regañarlos por ir corriendo en los pasillos. La energía de los perritos era interminable, pensó Hoseok al ver a Seungmin y Yeeun corriendo a toda velocidad detrás de Mingi, que también iba corriendo a toda velocidad y gritando algo sobre ir a jugar al patio. Jongho bostezó con la boca bien abierta, dejando salir un ruidito adorable desde la garganta y agarró la camiseta de Hoseok con sus diminutas manos. Hoseok rió porque las orejitas levantadas de Jongho le hacían cosquillas en el cuello y la barbilla.

ㅡAigoo, Jjong, cuánto sueño tienes ㅡHoseok dejó en la cocina el plato y le dio a Jongho un chupete que había lavado rápidamente antes de salirㅡ. Esperemos que no haya mucho escándalo arriba...

Por el camino, Hoseok se encontró con Hongjoong, uno de los gatos más mayores que tenían. Hongjoong sonrió muy feliz al verle, como si hubiera estado esperando por Hoseok y se acercó a ellos.

ㅡ¡Conejo hyung, aquí estás! ㅡexclamó, dando botes delante de élㅡ. ¡Justo a tiempo!

ㅡHola Joongie ㅡHoseok le sonrió también y le ofreció una mano al gatitoㅡ. ¿Me estabas buscando?

ㅡNo, a ti no... Bueno, a ti sí, pero no es porque quiera nada contigo ㅡdijo, levantando la cabeza para mirar a Jonghoㅡ. Venía a por ti porque sabía que tenías a Jjong, ¡hola, conejito!

Jongho, que no estaba dormido aún pero le faltaba poco para ello, miró a Hongjoong. Por culpa del chupete entre sus labios, el suave hola del bebé conejo no fue más que un balbuceo pero se entendió lo suficiente y Hongjoong parecía satisfecho.

ㅡ¿Puedo llevarme a Jongho un rato? ㅡpreguntó Hongjoong, sujetando dos dedos de Hoseok con su mano enteraㅡ. Te lo devuelvo más tarde.

ㅡNo, es hora de la siesta de Jongho. ¿No le ves que se está durmiendo? Puedes jugar con él cuando se despierte.

ㅡPero yo quiero jugar con él ahora ㅡse quejóㅡ. ¿No puede dormir la siesta después de jugar?

Hoseok abrió una puerta y asomó la cabeza, comprobando si había alguna cuna o cama libre. Notando que estaba vacía completamente, Hoseok entró. Le sorprendía que no hubiera algún bebé ahí, pero se imaginaba que por el retraso de la comida, a muchos se les había pasado la hora de la siesta y estarían dando guerra a los otros cuidadores (aún si se estaban cayendo del sueño. Los bebés eran muy curiosos).

ㅡTiene que dormirse ahora ㅡHoseok se sentó en una silla que estaba al lado de una de las cunas y Hongjoong se puso en el suelo, justo delante de élㅡ. Luego se pone gruñón si no duerme su siesta y se va a pasar la tarde llorando.

Hongjoong cruzó los brazos, demostrando su inconformidad. A Hoseok le hizo gracia la expresión del gato, que le estaba enseñando los dientes, moviendo la cola rápidamente y echando aire por la nariz. Como si un gatito que no debía medir mucho más que un metro veinte fuera intimidar a Hoseok...

AfterglowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora