Afterglow

El capitán, Wooyoung y la adquisición en Irima

Cuando desembarcaron en Irima tres días atrás, al Capitán se le había olvidado de darle algo que hacer a Wooyoung. Lo cual, de por sí, no era nada malo. Wooyoung no necesitaba del resto para pasarlo bien, y menos cuando estaban parados en una ciudad tan ajetreada como esa. En su mente, Hongjoong pensó que Wooyoung pasaría los siguientes días metido en una taberna tratando de conquistar chicas bonitas muy fuera de su alcance y hombres que podrían sacarle todos los dientes de un solo puñetazo. A lo mejor gastando sus pocas monedas en frutas, o en joyas, en perfumes que luego no usaba o en camisas y calzones nuevos.

Pero no, era Wooyoung de quien estaban hablando. Haberlo dejado libre, sin nada que hacer y sin supervisión había sido el primer error de Hongjoong.

La noche antes de salir de Irima, Wooyoung estaba muy inquieto. Lo cual, de por sí, tampoco era raro porque Wooyoung tenía mucha energía y el pobre muchacho a veces no podía sacarla toda fuera. (El anterior capitán del Promise, el padre de Hongjoong, decía que a Wooyoung había que darle mucho trabajo o se pasaría la eternidad aburrido, hablando de lo primero que se le ocurriera y dando vueltas por el barco sin hacer nada útil. No se equivocaba y por eso Hongjoong siempre intentaba tenerle ocupado). Hongjoong no pensó demasiado sobre eso en aquel momento y se limitó a decirle que ayudara a Yunho a subir la mercancía al barco. Wooyoung le sonrió con la boca torcida e hizo lo que se le dijo, pero seguía intranquilo.

Los problemas empezaron después de dejar Irima al día siguiente, con Wooyoung todavía más inquieto que en la noche anterior y Yeosang riéndose de él, mientras miraba a Hongjoong con una expresión que gritaba algo así como yo sé algo que tú no sabes. Y eso enfurecía al Capitán, no saber qué diablos estaba pasando en su propia nave. Por el momento, decidió no decir nada. Si no era algo que pusiera a Wooyoung o al resto de la tripulación en peligro, Hongjoong no tenía que intervenir. Sin embargo, le estaría echando un ojo a Wooyoung.

ㅡWooyoung ha hecho algo que no tendría que haber hecho ㅡle dijo Jongho unas horas más tardeㅡ. No es por nada, Capitán, que lo digo con todo el respeto del mundo, pero no tendría que haber dejado a Wooyoung con dinero y sin supervisión en Irima. Un poco tonto de su parte, la verdad.

Hongjoong se arregló el sombrero y pellizcó a Jongho en la mejilla con más fuerza de la necesaria por ese comentario. El adolescente pegó un chillido y levantó el puño como si fuera a pegarle, pero pareció acordarse justo a tiempo de con quién estaba tratando. Bajó el brazo y bufó, mirando para otro lado con vergüenza. Hongjoong se rió y le revolvió el cabello.

ㅡ¿Qué demonches ha comprado Wooyoung?

Jongho se encogió de hombros.

ㅡLa sirena no quiere que se lo diga, Capitán. Sabe que se va a enfadar y creo que a él y a Mingi les ha gustado demasiado lo que ha comprado Wooyoung.

ㅡLo que me faltaba, ¿qué es este secretismo? ¡En mi propio barco! Suéltalo Jongho, no me hagas colgarte del palo mayor.

ㅡDe nuevo, no es que quiera faltarle al respeto... Pero, ¿no es más fácil ir a preguntárselo a Wooyoung y no a mí? ㅡJongho levantó las cejasㅡ. Además, ¿de verdad me colgaría del palo mayor, a mí, a este pobre e indefenso muchacho? Qué cruel, Capitán. Espere a que Seonghwa se entere de lo que está diciendo.

Hongjoong le volvió a pellizcar en la mejilla, todavía más fuerte. Qué insolente, ¡Hongjoong no se lo podía creer!

ㅡQué contestón estás últimamente, mocoso malcriado. ¡Largo de aquí antes de que te suelte un guantazo, y que no te vea haciendo el vago!

Hongjoong se frotó la frente y soltó un suspiro. Si no tenía cuidado, algún día aquella panda de zoquetes se iban a rebelar y organizar un motín en su contra. A lo mejor no estaba siendo tan estricto como debería... Dejando esos pensamientos para otro día donde no tuviera a Wooyoung haciendo cosas que no debía, Hongjoong empezó a caminar dando grandes pasos por la cubierta.