blood, guts, angel cake

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⚠️Un aviso pequeño pero importante. En este one shot, el protagonista lidia con temas de conducta alimentaria, atracones, vómitos y esas cosas. No es muy largo, unas mil palabras. Pero igual os aviso, porque si es un tema delicado o could trigger you de alguna manera, es mejor que no lo leáis. Also, no está muy editado, so, si hay algo raro, no, no lo hay⚠️

Yunho no sabía (o no quería pararse a buscar) la razón por la que había acabado así.

Hongjoong estaba dejando paquetes casi tan grandes como él en la oficina de correos y recorriendo la ciudad en busca de nuevos materiales; Seonghwa se fue temprano a casa de su hermana (para asuntos que no quiso compartir) y ahora debía estar en el restaurante y no saldría hasta la hora del cierre. Así que Yunho estaba solo, llevaba solo varias horas y así seguiría hasta la noche. Había jugado en su ordenador hasta aburrirse, trató de ver una película en el salón pero no conseguía concentrarse en lo que ocurría en la pantalla. No le apetecía dormir y hacer planes para salir con sus amigos requería demasiado esfuerzo.

Debía ser por el aburrimiento y no tener compañía, o por el mal humor que últimamente siempre traía. No sabía (o no quería pararse a pensar) el motivo de su irritación constante, aunque era consciente de que debía hacer algo al respecto. No podía permitirse gritarle de nuevo a Hongjoong por una tontería o farfullar y responder de mala manera a Seonghwa cuando el mayor le decía algo. Le dolía el pecho al recordar la expresión asustada de Hongjoong, pues Yunho nunca alzaba la voz de esa manera, nunca se aprovechaba de lo imponente que podía llegar a ser, nunca usaba su altura como una forma de amenaza. Y se sentía mal por responder a Seonghwa como si fuera un niño malcriado, pues Seonghwa solo se preocupaba por él y no le regañaba para fastidiarle, lo hacía porque Yunho le importaba lo suficiente.

Su primera reacción tras ver lo que había hecho fue respirar profundamente (contando hasta cinco al inhalar, contando hasta cinco al exhalar, con calma, alejando el pánico de su mente), intentando no echarse a llorar e intentando no culpar a Seonghwa por la situación en la que se había metido, porque siempre era más fácil culpar a otros. El sabor asqueroso que le cubría toda la boca (la superficie de la lengua, detrás de los dientes) se estaba volviendo insoportable con cada segundo que pasaba en silencio en el baño. Escupió la mezcla de saliva y vómito que tenía en la boca y tiró de la cadena. Al levantarse del suelo, tuvo que agarrarse al lavabo para no volver a caer de rodillas; mareado, con el estómago revuelto y temblando de pies a cabeza. Cinco al inhalar, cinco al exhalar, cinco al inhalar, cinco al...

Se lavó la boca y las manos a conciencia, sobre todo los dos dedos que se había metido hasta la garganta unos minutos atrás y ni se molestó en mirarse al espejo. Sabía que lo que iba a ver no le gustaría y no necesitaba añadir sal a sus heridas. Se mojó la cara y se echó el pelo hacia atrás para que no le cubriera los ojos. Suspiró al salir del baño y arrastró los pies hasta la cocina. La escena que le recibió fue incluso peor de lo que anticipaba: había hecho de la cocina un desastre, e incluso la nevera seguía medio abierta. No recordaba la última vez que había sucumbido de tal manera ante sus impulsos, donde no podía dejar de llenarse la boca y tragar hasta no poder más. Ya no tenía nada que echar fuera, pero las arcadas estaban ahí, aumentando con cada paso que daba hacia la encimera.

La culpa es de Seonghwa, es de Seonghwa. Por cocinar tanto, por obligar a Yunho a comer. Es de Seonghwa, por traer medio pastel de chocolate (la otra mitad se la habían comido Jongho y Wooyoung). La culpa era de Seonghwa... Porque Yunho no se hubiera comido el pastel de no haber sido por él, ni habría continuado con cereales, y sobras de la noche anterior, y el flan que tanto le gustaba, y helado, y dulces empalagosos que aún podía saborear si se concentraba lo suficiente. Y si no hubiera sido por Seonghwa, Yunho aún podría entrar en su pantalón favorito. Pero ya no podía y no dejaba de repetirse que era culpa de Seonghwa, aún si sabía que no era nada justo achacar a su novio problemas que llevaba cargando desde que tenía diez u once años (problemas que creía que había dejado atrás pero estaba equivocado, al parecer).

Estuvo parado delante de la encimera por una corta eternidad (dos minutos, o tres horas, no estaba seguro) y cuando al fin decidió deshacerse de las pruebas de su debilidad, su estómago había dejado de retorcerse. De manera casi automática, sin pensar demasiado y posiblemente un poco fuera de sí, Yunho limpió el caos. El único pensamiento que de vez en cuando se quedaba lo suficiente en su cabeza como para poder analizarlo era qué diablos le voy a decir a Hongjoong y Seonghwa hyung sobre el pastel. Sin embargo, no tenía las fuerzas para llegar a una respuesta convincente. Ya se le ocurriría algo...

O no, y tendría que explicarles que se lo había comido con tal urgencia y ansias que ni siquiera podía decir si le había gustado o no.

Al llegar al salón después de limpiar y sentarse en el sofá, Yunho volvió a suspirar mientras se frotaba los ojos. Tenía que hacer algo, tenía que buscar ayuda, pronto. O acabaría cayendo en vicios que abandonó demasiado tiempo atrás. Con lágrimas formándose detrás de sus párpados cerrados, Yunho se quedó sin aire por un segundo imposiblemente largo. Se sentía vulnerable y herido, cansado, incómodo en su propio cuerpo. Sus manos eran demasiado grandes, sus piernas y brazos demasiado largos, todo era demasiado y Yunho quería hacerse más pequeño y ocupar menos espacio y ser delicado y no tener que preocuparse de las cosas que le preocupaban. Quería volver un par de meses atrás, cuando aún estaba bien y no era un problema que Seonghwa trajera tanta comida. Quería volver a un par de meses atrás, cuando estar desnudo entre Hongjoong y Seonghwa no era un problema, cuando no comparaba su cuerpo con el de ellos.

Sollozando en voz alta, Yunho pensó en que quería volver a un par de meses atrás, cuando no se sentía como se sentía cuando tenía quince o dieciséis años y lo único que importaba era ser el mejor, el mejor bailarín, el más fuerte, el más guapo.

Yunho no sabía (o no quería pararse a buscar) la razón por la que había acabado así, llorando en el sofá de su casa. No quería saber qué había pasado un par de meses atrás, qué había provocado que Yunho echara a la basura todos los años de esfuerzo, de recuperación, de amor propio.

Nada mas quería que parase. Era lo único que quería, que parase.

✨✨

Pensé por un momento subir esto a Door 1117, porque al final de cuentas es algo importante sobre Yunho, ¿verdad? Sin embargo, creo que aquí está mejor. Subir esto al fic supone crear un ambiente que no quiero que exista ahí, y me obligaría a escribir más de esto para solucionar este problema que ahora mismo no creo que tenga resolución. Podemos pensar de esto como un extra, como esos de Hongjoong de pequeño en el pueblo. A lo mejor escriba más al respecto, a lo mejor no. Una pena que no todo el mundo que lee Roomies lea también afterglow, así que no van a conocer este lado de Yunho, pero no importa. Sigo creyendo que esto está mejor aquí.

Take care, my friends, ok? :( I care you so much guys. Nos leemos.

AfterglowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora