Mingi, San, Steve

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ㅡSani, te he traído un regalo.

Song Mingi era el mejor amigo de San. Era más alto que él, larguirucho y con una sonrisa enorme en forma de corazón. San creía que era el mejor mejor amigo que podría tener nunca, porque Mingi no pensaba que San era raro. Solo diferente al resto y eso no tiene nada de malo, había dicho una vez después de que San rompiera a llorar porque había demasiado ruido en la clase. Escondido dentro de un cubículo del baño, con Mingi detrás de la puerta en silencio, San llegó a la conclusión de que él tenía que ser su mejor amigo. Estaba ahí, escuchando a San llorar, sin burlarse de él, sin invadir, sin tocar. Era más de lo que hacía el resto, que nada más conseguían agobiarle todavía más cuando se le acercaban en situaciones así.

(ㅡ¿Mingi-yah, eres mi mejor amigo?

Le preguntó San un día durante el recreo, porque necesitaba esa confirmación. Estaba sentado en el suelo, con su mochila sobre su regazo y el llavero de Shiber apretado entre sus dedos. Aunque se conocían desde hacía tiempo ya, San veía la necesidad de preguntarlo. Conocía a mucha gente por mucho tiempo y eso no significaba nunca nada. San quería que Mingi le confirmara, para hacerlo oficial. Para saber si los dos estaban en la misma página.

ㅡDigo ㅡvolvió a hablar, antes de que Mingi pudiera contestarㅡ. ¿Tú quieres ser mi mejor amigo?

Mingi dejó de jugar con la pelota que tenía entre los pies y sonrió, con los ojos cerrados.

ㅡ¡Claro, Sani! ㅡrespondió mientras reíaㅡ. Soy tu mejor amigo, quiero ser tu mejor amigo. ¿Tú quieres ser mi mejor amigo?

San sonrió también, agitando las manos y dando saltitos en el sitio.

ㅡ¡Por supuesto, sí! ¡Genial, genial, Mingi-yah! ¡Ahora somos mejores amigos! Se le contaré a mi Hongjoongie hyung, ¡le va a gustar saberlo!)

Aquel día, también sentado en el suelo durante el recreo, San observó la bolsa verde que Mingi había sacado de su mochila. A San le encantaba el verde, y el verde de esa bolsa era precioso. La bolsa no era demasiado grande y se veía suave y resplandecía un poco bajo la luz. Mingi desató el nudo del lazo (también verde) que cerraba la bolsa y la dejó entre los dos.

ㅡ¿Un regalo? Pero no es mi cumpleaños...

ㅡ¿Es que tiene que ser tu cumpleaños para que te den regalos? ㅡMingi estiró los labiosㅡ. Es un regalo porque sí.

San frunció el ceño.

ㅡPero yo no tengo nada para ti, Mingi-yah.

ㅡSani, da igual. Mira lo que es, vamos, vamos...

San cogió la bolsa y pestañeó muy rápido al tocarla. Era tan suavecita como se veía, ¡una textura muy, muy agradable! (San quiso frotarla contra su mejilla, pero se contuvo. Cuando Mingi no estuviera mirando, a lo mejor lo haría). Metió la mano dentro de la bolsa y soltó un ruidito al sentir el contenido entre sus dedos. Agarró un puñado de los objetos chiquititos que habían dentro y sacó la mano.

ㅡ¡Son dinosaurios pequeñitos! ㅡexclamó, muy emocionado por el montón de dinosaurios de juguetes que tenía en la manoㅡ. ¡Muy diminutos y verdes y bonitos! ¡Oh, un pterodactilo! Eso no es un dinosaurio, ¡pero da igual porque es pequeñito y adorable! ¡Mingi-yah, muchas gracias!

San sacó el resto de juguetes de la bolsa y dejó salir un corto chillido que hizo reír a Mingi. (Brevemente, San pensó que Mingi se reía demasiado y que le iban a salir arrugas alrededor de los ojos, pero estaba muy ocupado contando los dinosaurios como para dedicarle más de cinco segundos a ese pensamiento). Mingi se acercó un poquito y agarró uno de ellos.

ㅡDebemos ponerles nombre.

ㅡSe van a llamar Steve ㅡdeclaró San, mientras los separaba por tipo de dinosaurio.

ㅡ¿Todos se van a llamar Steve?

ㅡAjá, es fácil de recordar y así no puedo llamar a ninguno por el nombre del otro.

ㅡEso es muy inteligente, la verdad. Y este sí que tiene cara de Steve...

ㅡ¡Ese es un diplodocus y sí que tiene cara de Steve!

✨✨

Life is like a bag full of tiny dinosaur toys, o algo así (?)

AfterglowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora