Soundtrack to disaster (NSFW)

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⚠️Uh,,, puede ser que una de las partes esté dormida (casi) todo el tiempo. Hay una línea donde el consentimiento es un poco cuestionable por esto mismo. Pero ya está(?)⚠️

En el satélite nunca había silencio. Incluso durante las horas que se suponían que correspondían a la noche, Jongho siempre podía escuchar un zumbido constante y un chirrido metálico un tanto irritante. Se había acostumbrado a ello tiempo atrás. Sin embargo, aquella vez Jongho no podía dormir y esos sonidos amenazaban con hacerle perder la cabeza. Al otro lado de la habitación, Choi San estaba durmiendo. Su respiración pesada fue en lo que Jongho decidió concentrarse para no pensar en el zumbido del satélite. Jongho se dio la vuelta para poder mirar hacia la mitad del cuarto de San. Desde allí, Jongho no podía ver gran cosa. La luz llevaba horas apagada y lo único que iluminaba el cuarto era la tira de luces LED que marcaban el camino en el pasillo y que se metía dentro de las cuatro paredes por el hueco entre el suelo y la puerta. San no era más que un bulto en la oscuridad que de vez en cuando se movía y murmuraba sinsentidos, seguramente soñando cosas extrañas.

Jongho suspiró. Con que tranquilidad dormía San, sin saber que por su culpa Jongho no podía dormir.

Un par de horas atrás y en una de las zonas comunes del satélite, Jongho había descubierto lo mal perdedor que era San. Tras varias derrotas en diferentes juegos de cartas contra un muy competitivo Yunho, San estuvo haciendo pucheros por más de veinte minutos, agarrado al brazo de Jongho y quejándose con un tono chillón e infantil. En cualquier otra situación, Jongho hubiera empujado a San lejos de él, porque sabía lo pegajoso que se podía poner el mayor. Pero con el estómago lleno de comida y el calor en sus mejillas causado por un par de shots de una botella cuestionable que Mingi El Becario había metido al satélite ㅡsabrían los dioses cómo, Yunho apostaba que había sobornado al Secretario Kim, pero Jongho lo dudabaㅡ, Jongho estaba demasiado relajado aquella noche. San era una presencia sólida a su lado y Jongho tenía los nervios a flor de piel, pensando en cada punto de su cuerpo que tocaba el de San. Lo único que Jongho quería hacer era tirarse encima de San y besarle el puchero hasta hacerlo desaparecer y tener al otro Choi hecho un desastre debajo de él.

No lo hizo, por supuesto. Estaban en una zona común y Jongho quería conservar su trabajo, muchas gracias.

Sin embargo, ahora creía que el Jongho de unas horas atrás era un idiota y un cobarde. Si hubiera sucumbido a sus deseos, Jongho podría estar en ese momento viviendo una realidad alterna donde, después del beso en la zona común, él y San hubieran regresado a la habitación que compartían y aún estarían revolcándose en la cama como un par de animales en celo. O ya estarían acurrucados en el colchón, pegados de pies a cabezas y a punto de caer dormidos. O algún otro escenario por el estilo, de esos que le daban asco a Jongho por lo intensos y sentimentales que eran.

Pero no. El eterno ruido del satélite y la respiración de San era su compañía, la banda sonora de aquella realidad aburrida donde Jongho no podía dormir porque estaba duro y caliente.

San volvió a murmurar algo en sueños y Jongho se encontró entonces con un enorme dilema donde sus opciones eran las siguientes:

1) ser un compañero de habitación/oficina considerado y masturbarse en el baño, o

2) ser un degenerado y hacerlo allí mismo.

Supuso que convivir con Yunho y Mingi y respirar el aire reciclado del satélite había hecho que Jongho perdiera algunas neuronas, pues no se lo pensó demasiado antes de decidirse por la segunda opción. A San no le importaría, se dijo a sí mismo. Jongho no era estúpido (aunque eso estuviera en duda ahora), se había dado cuenta de cómo San le miraba desde que llegó. Como un gatito que solo buscaba atención y recostarse en el regazo de Jongho, estirándose y maullando. Además, Mingi El Becario, que no podía mantener un secreto, le había dicho que San estaba loquito por él.

AfterglowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora