dumb teen boys

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⚠️Creo que por el contexto y algunas cosas que se dicen se llega a entender qué au es, pero por si acaso,,, esto forma parte del universo ese de Yunhwa papás de Joong, Sani y Jongho. Ya está, no hay más avisos(?)⚠️

Kang Yeosang se había insertado en mitad de la historia personal de Hongjoong de un día para otro, sin avisar, como un gato que se colaba en tu casa y decidía quedarse porque estaba calentita y la comida era abundante.

Sin embargo, Hongjoong tardó una o dos semanas en darse cuenta de los pasitos que estaba dando Kang Yeosang hacia él. Pasó de ser un nombre más que el profesor de matemáticas decía en alto cada mañana a ser ese individuo que Hongjoong veía por el rabillo del ojo durante la hora de la comida, una o dos mesas a la izquierda de donde estaba. Kang Yeosang, de lejos, era como cualquier otro. Uniforme bien puesto, pelo bien peinado (salvo ese mechón rebelde en lo alto de su cabeza que desafiaba la gravedad y que Kang Yeosang tenía que aplastar periódicamente a lo largo del día) y mejillas enrojecidas por la inevitable maldición del acné a la tierna edad de trece años. Lo único que lo podía diferenciar del resto, ignorando la marca rosada que le cubría parte de un párpado y la sien, eran las uñas pintadas de varios colores. A simple vista, eran imperceptibles, pues las mangas del suéter del uniforme le llegaban hasta la punta de los dedos. Pero cuando sostenía su cabeza con una mano y revolvía la comida con los palillos con aburrimiento, Hongjoong era capaz de ver sus uñas cortas pintadas. De negro y rojo, o de azul, verde y amarillo, a veces de rosa y blanco. Algo en Hongjoong despertó al notar ese detalle de Kang Yeosang, pero lo empujó hacia abajo, lo cubrió con pensamientos varios y trató de olvidarse. Suficiente tenía con ser él mismo, no necesitaba más miradas sobre él porque de repente se le había ocurrido pintarse las uñas porque Kang Yeosang las llevaba pintadas.

Un día, Hongjoong ya no recordaba cuál, Kang Yeosang se sentó en la misma mesa que él a la hora de comer. Observar al otro chico por el rabillo del ojo era una cosa, algo que Hongjoong podía soportar; tenerle delante y ver de cerca cómo movía los granos de arroz en la bandeja era otra historia. Hongjoong hizo una cara, juntando las cejas y estirando los labios. Qué diablos estaba haciendo ahí, quién le había invitado. Yeosang, que parecía no estar intimidado por las muecas de Hongjoong, le miró de torso a cabeza y satisfecho con lo que veía, decidió seguir comiendo y no dijo nada. Eso hizo que la cara de Hongjoong se deformara todavía más (y en su mente pudo escuchar la voz de Yun hyung diciéndole que dejara de hacer caras feas). ¡Quién se creía que era Kang Yeosang, el descaro! Con lo tranquilo que estaba él, y el otro decidía interrumpir su paz para... para... ¿¡Para qué?! Qué buscaba Kang Yeosang acercándose a Hongjoong de aquella manera.

Hongjoong sorbió ruidosamente la leche de fresa que Hwa hyung le dejó en la mochila aquella mañana, y sin quitarle el ojo de encima a Kang Yeosang, pensó en la multitud de posibilidades, de los diferentes finales probables que podrían surgir de aquella situación. Podría ser que Kang Yeosang simplemente quería sentarse cerca de alguien, para no parecer un marginado en una esquina. A lo mejor tenía un problema con Hongjoong y estaba tanteando el terreno antes de retarle a un duelo a muerte con cuchillo a la salida del instituto. Hongjoong esperaba que esa opción no fuera la correcta. A pesar de que Yeosang era media cabeza más alto, se veía delicado y frágil, con brazos largos que no podía mantener quietos y una sonrisa nerviosa en el rostro. Llegó a pensar que podría romperlo con solo mirarlo con la suficiente intensidad por un tiempo determinado. (Y la verdad fuera dicha, encontraba a Yeosang un tanto bonito y hubiera sido una pena tener que sacarle los dientes a puñetazos).

Hongjoong no recibió ninguna respuesta a sus preguntas ese día y se quedó con la duda. Al terminar de comer, Yeosang se levantó después de limpiarse la cara porque tenía migas y manchas por todas partes y un bigote de leche con chocolate sobre el verdadero bigote (cuatro pelitos negros que llamaban la atención sobre su piel clara). Murmuró un hasta luego y se fue con su bandeja vacía, dejando el espacio libre y sin rastro de su presencia allí. Hongjoong parpadeó despacio, mientras le veía marcharse, y acabó suspirando. Qué tipo más extraño, pensó.

AfterglowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora