capítulo diez

224 29 11
                                    

El azabache había visto desde la terraza la llegada del pelirrojo. Vio cuando bajó del auto que manejaba Jackson, quiso llamar a Hoseok pero no se atrevió, ni siquiera sabía lo que iba a decirle.

Así que optó por quedarse ahí parado viendo como el pelirrojo entraba al interior de la mansión.

Se dirigió a una amaca que colgaba del centro de la terraza y se recostó, pensando en la fuerte discusión que había tenido con su primo. Le dolía mucho el trato que le había dado el rubio. No entendía porque lo había tratado así.

Taehyung había estado a lado del rubio en los momentos más difíciles y más terribles que su primo había vivido. Jimin realmente había sufrido demasiado, pero no por eso aguantaría sus insultos. Esa bofetada que le dió, era lo que el rubio merecía.

En el interior de la mansión, el peligris invitaba a Hoseok a que los acompañará a él y a su hermano en la comida.

Vamos Hoseok acompañanos, ordenaré que te sirvan.

—Gracias Namjoon pero Yoongi me invitó a comer— habló el arquitecto formando su bella sonrisa.

—Bueno, entonces por lo menos acompañanos tomando un vaso de agua fresca ¿te parece?. Y cuéntanos cómo te fue en tu trabajo.

—Esta bien, gracias— dijo el pelirrojo sentándose en una de las sillas a lado del mayor. Sirviéndose el agua fresca en el vaso que sería de Taehyung— me fue muy bien. Conocí el terreno donde se ubicará el hotel, y la que será mi oficina— contó con entusiasmo el chico, mientras acomodaba sus anteojos.

Jimin lo miraba de vez en cuando, poniendo atención a sus palabras.
Y pensando para sí mismo: “viendolo bien, no está tan mal, sin esos horribles anteojos se vería más atractivo”

Namjoon y Hoseok seguían la plática, también se dirigían al rubio pero este sólo asentía, pues no entendía muy bien eso de los negocios y esas cosas.

La familia Park era dueño de una cadena de supermercados desde hace muchas décadas, el peligris se quedó a cargo de estos negocios y tenía en mente abrir más tiendas, así que hablaba de la construcción de estas con el pelirrojo, haciéndole saber que seguramente el sería el arquitecto encargado de esos diseños. Obviamente si él aceptaba.

¡Oh, eso sería genial Namjoon!. Muchas gracias por tu confianza.

—No tienes nada que agradecer, se que eres un gran arquitecto Hoseok. ¿Tu qué opinas Jimin?

—Supongo que es asi. Respecto al diseño de las tiendas lo que tú decidas está bien hyung.

—Bueno, si me disculpan tengo que llamar a mi familia. Buen provecho.— Hoseok se levantó de su lugar haciendo una pequeña reverencia.

—Claro, adelante Hoseok— dijo el peligris.

El chico de lentes se retiró caminado rumbo a la terraza, sin darse cuenta que el rubio lo seguía con la mirada, para levantarse también, y...¿seguirlo?

Jimin, ¿a dónde vas?, ¿Terminaste de comer?

—Si hyung. Tengo que hacer algunas cosas.

—Esta bien. Yo regresaré a la oficina, regreso para la cena.

—Esta bien hyung, te veré en la noche.

El rubio apresuró su paso para alcanzar a quien tenía planeado utilizar para su venganza.

El pelirrojo estaba hablando por teléfono con su hermana y después con su madre, platicó largo rato con ellas y al final con Jennie. Después se despidió de ellas con cierta nostalgia pues las extrañaba demasiado, quizá pronto iría a verlas. Cuando colgó la llamada se dió cuenta que Taehyung estaba ahí acostado en la amaca fue sorpresivo para el pues no lo había visto. Pues el giro hacia el otro lado de la terraza y cuando regresaba vio al azabache en ese lugar. El chico dormía plácidamente. Al sentir la mirada del pelirrojo despertó.

THE PRICE OF MY PRIDE || hopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora