Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Jimin con su rostro serio se sentó en la silla que el más alto había corrido para él.
-Gracias. -habló el rubio sin esbozar ni una sonrisa.
En cambio el hombre de cabello negro si lo hizo, en todo momento desde que Jimin bajó al lobby y lo miró tan hermoso, con ese cabello rubio y brillante y ese hermoso rostro sin igual.
Yejun se quedó anonadado cuando lo miró.
Jimin con una mirada seria y penetrante miró a ese hombre que no hacía otra cosa que sonreír. El rubio con ese saco rojo, bajo de el una camiseta blanca y jeans negros se veía espectacular, y es que ese color rojo de su saco resaltaba aún más su belleza, y ni que decir de esos jeans ajustados a sus torneadas piernas, simplemente era para dejar sin habla a cualquiera.
Sentados en la mesa de aquel restaurante adónde habían llegado para cenar, el rubio simplemente rodó sus ojos ante la estúpida sonrisa del otro.
-¿Quiere dejar esa sonrisa idiota de una vez? -espetó cuando el mesero le entregó la carta del menú.
El contrario apoyando su mentón en su mano solo asintió, pero no lo hizo.
-Lo siento, pero no puedo. Estoy feliz de que hayas aceptado mi invitación a cenar.
-Solo acepté para que me deje en paz, no se confunda. -dijo al momento de mirar la lista de platillos que ahí se servían.
Flashback
Cuando Jimin se enteró que ese tipo lo había investigado, obviamente se indignó, y poco le importó estar en lobby del hotel donde no dejaba de pasar gente que llegaban o salían del mismo.
El rubio se acercó a ese hombre y una sonora bofetada fue a dar a la mejilla del más alto.
Hyunjin se estremeció tapando su boca.
-¡Jimin! -Exclamó el pelirosa pero fue ignorado por su amigo.
El rubio con su mirada furiosa habló de la misma manera dirigiéndose al pelinegro. -¡Déjeme en paz! ¡O llamaré a la policía! ¿¡Con qué derecho me ha investigado!?
El señor Lee con su mano sobando su mejilla pero sin borrar esa cínica sonrisa, miró al rubio.
-Pegas fuerte... Discúlpame se que hice mal pero...
-Alejese de mi. Lo que usted está haciendo es acoso. -espetó. -Y más le vale que no se meta con mi familia, mucho menos con mi esposo o le va a pesar.
