Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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El sol por fin se había asomado esa mañana de domingo, dejando entrar sus rayos por la ventana alumbrando el cuarto de hospital donde se recuperaba el rubio.
Exactamente a las ocho de la mañana entró la enfermera dejando el desayuno para el paciente.
Jimin y Hoseok aún dormían, así que la enfermera no quiso despertarlos, dejando el desayuno sobre la mesita de cama se retiró de la habitación.
Casi media hora después el estómago del arquitecto comenzó a hacer ruidos lo cual hizo que él despertara. Se estiró un poco y sin querer tiró la frazada que lo cubría. Entonces se dió cuenta al abrir los ojos que la luz del sol ya estaba asomándose por la ventana, levantó la frazada, la dobló dejándola junto a la almohada.
Su mirada fue a dar a su esposo que aún seguía dormido, se acercó despacio, cubrió su mano con la frazada y salió un momento para dirigirse al sanitario.
El ruido de la puerta al cerrarse hizo que el rubio se removiera, abrió sus ojos volteando enseguida hacia el sofá.
Estaba vacío.
Si mirada viajó por toda la habitación, luego miró a la puerta del sanitario.
-¿Hoseok? ¿Te encuentras en el baño? -preguntó, nadie respondió y eso hizo que su corazón sintiera un poco de angustia. -¿Hoseok?
Trató de incorporarse pero esa maldita molestia en su abdomen no lo dejó moverse.Aún así, se movió, quería tratar de sentarse, en su rostro se mostraba el dolor que sentía al moverse, pero una cosa más impidió que se moviera más allá, el catéter en su mano.
"No puede ser" pensó dándose por vencido.
Entonces la puerta se abrió y cuando miró a su ángel entrar, un sollozo salió de su boca.
-Hoseok... -masculló
El arquitecto lo miró.
-¿Qué pasa? -preguntó un tanto angustiado al mirar al rubio cerrar sus ojos. -¿Te sientes mal?
El rubio niega. -No, no. Estoy bien...me asusté al no verte aquí...perdón, soy un tonto. -responde limpiando la lágrima que traviesa había salido.
Hoseok suelta un suspiro de alivio y sonríe.
-Solo fui al sanitario. No quise usar el de la habitación, ese es solo para los pacientes. Y te compré algunas cosas de uso personal, Así que salí un momento.