Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Momentos antes
La lujosa camioneta llegó a la mansión Park, el chofer la aparcó en su respectivo lugar, Hoseok bajó de ella regalando una amable sonrisa al pelinegro.
-Gracias Jackson- agradeció el pelirrojo al momento que cerraba la puerta del vehículo.
-Nada que agradecer Hoseok.
El pelirrojo caminó hacia las escaleras de la entrada principal, no dejaba de admirar lo hermosa que era esa propiedad, miraba hacia todos lados admirando los bellos jardines que tanto cuidaba su hermoso pequeño.
Subió las escaleras casi corriendo, ansiaba tomarse una ducha y estar listo para la cita que tenía con el rubio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Entró, se dirigía hacia su habitación, al subir a la segunda planta escuchó algunos susurros en la terraza.
"¿Jimin?" pensó el arquitecto. Se acercó cautelosamente, volvió a escuchar los susurros, si, definitivamente esa voz era de su pequeño, pensó que quizá hablaba por teléfono, entonces se dió cuenta de dónde provenía esa conocida voz, provenía del área más íntima de la terraza, dóndealguna vez ellos dos hicieron el amor, siguióacercandose, no lo hacía por querer escuchar una conversación ajena, solo quería darle una sorpresa a su amado, pero definitivamente... la sorpresa se la llevó él.
Sin ser visto por los dos chicos que ahí se encontraban se quedó parado, petrificado cuál estatua, detuvo su respiración y la sonrisa que tenía dibujada en su rostro simplemente desapareció.
Se quedó ahí, mirando como su rubio acariciaba otros labios que no eran los suyos, miró como esas manos que tanto amaba acariciaban otro rostro que no era el suyo.
Entonces sus manos formaron unos puños al sentir llenarse de furia y de celos cuando finalmente esas bocas se juntaban en un beso apasionado.