capitulo once

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Miércoles 17 de abril, 2018Seúl, Corea del Sur

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Miércoles 17 de abril, 2018
Seúl, Corea del Sur

{ Jimin }

Estaba profundamente dormido.
De pronto, cuando abrí los ojos, me encontraba en un lugar oscuro. Estaba acostado en el piso y, al tratar de levantarme, sentí dolor en todo el cuerpo.

—¿Qué me pasa?, ¿hola?—  pregunté, esperando que alguien me respondiera—. ¿Alguien puede ayudarme?

Como pude me levanté, y al hacerlo, mire mi ropa toda sucia y desgarrada.

En ese momento escuché voces acercarse. Pero la oscuridad no me dejaba saber dónde estaban.

Escuché algo así como una aldaba abrirse, y esas voces se acercaban.

De pronto una de esas voces habló, dirigiéndose a mí.

— Aquí estás, niño obeso—  me dijo esa voz alumbrando mi rostro con una lámpara que lastimaba mi vista. Levanté mi mano justo frente de mis ojos para cubrirlos de esa cegadora luz.

Pero me di cuenta que no eran uno, ni dos personas. Eran cuatro.

Sentí una angustia terrible, y empecé a gritar pidiendo auxilio, pero nadie me escuchaba. Nadie

De pronto abrí mis ojos, tenía la respiración agitada. Me senté mirando a todos lados.
Me di cuenta que estaba en mi habitación.

“Fue una pesadilla” pensé. Comencé a llorar, sintiendo la necesidad de hacerlo. En ese momento alguien tocó a mi puerta, eso hizo que me sobresaltara. Rápidamente limpié mi cara de las lágrimas que tenía.

Adelante— dije tratando de estar tranquilo. Pero aún salían lágrimas de mis ojos sin poder evitarlo.

—¿Jimin?, ¿estás bien? Subí a avisar que el desayuno está listo, pero te escuche gritar— dijo Cloe algo angustiada.

—Sí, estoy bien. Sólo fue una pesadilla— hablé con la cabeza baja, no quería que viera mis lágrimas.

Me acomodé hacia la orilla de la cama, poniendo mis codos en mis piernas tapándome la cara con mis manos y solté el llanto.

La nana Cloe se acercó con temor a que yo la rechazara como siempre lo hacía, pero aún así trató de consolarme.

Mi niño, ¿qué te pasa?

—Nana...—  dije desconsolado abrazándola de la cintura, recargando mi rostro de lado en su vientre, como queriendo sentir su calor y protección maternal.

THE PRICE OF MY PRIDE || hopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora