Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
-¡Suéltame ya!- expresó el rubio, safandose de la mano de su primo. Se dirigió a la cochera y tomó las llaves de su auto.
-¿A dónde vas, Jimin?- preguntó el azabache viendo al rubio subir a su auto.
El rubio encendió el lujoso automóvil ignorando al azabache y encendió la marcha para irse, quien sabe a dónde.
Taehyung sólo suspiró, viendo partir al rubio. Regresando después hacia el interior de la mansión.
En la sala principal se encontraba Namjoon y el chico de cabellos rojizos, hablando de cosas triviales. El azabache se acercó con pasos tranquilos.
-¡Tae!, pensé que ya te habías ido a la universidad- dijo el peligris, al darse cuenta de la presencia de su primo.
-No, la verdad se me hizo tarde, pero no importa, pediré los apuntes a algún compañero-respondió el azabache con una sonrisa.
-Esta bien, Tae. Déjame presentarte. El es el arquitecto Jung Hoseok- dijo el peligris señalando con su mano al pelirrojo sentado en el sofá frente a él.- Hoseok, el es mi primo Kim Taehyung.
El huésped de Namjoon se puso de pie, regalando su sonrisa al azabache y haciendo una pequeña reverencia. El de cabellos negros, repitió la misma acción.
-¡Mucho gusto!. ¡Bienvenido!- habló el azabache también dando una hermosa sonrisa.
-¡Oh, muchas gracias!- respondió el chico pelirrojo, sin dejar de sonreír.
-Tae, ¿por qué, no nos haces compañía?- preguntó el mayor.
-Lo haría con mucho gusto primo, pero ya que no fui a clases, haré algunos trabajos que tengo pendientes de la universidad.
-¿Y qué es lo que estudias Taehyung?- preguntó el pelirrojo.
-Leyes- dijo el azabache- Me apasiona mucho, espero ser un buen abogado- dijo con entusiasmo el menor.
-Seguramente así será- contestó Hoseok, con una sonrisa.
- ¡Gracias!. Bueno, los dejo, bienvenido otra vez Hoseok, cualquier cosa que necesites cuenta conmigo.
-¡Gracias, Taehyung!- el pelirrojo se sentía ya más relajado.
El azabache, se retiró dejando a los dos mayores seguir con su plática.
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Busan, Corea del Sur
La mujer castaña, se encontraba en la sala haciendo limpieza. De pronto, empezaron a tocar a su puerta. Se dirigió con fastidio, pues tocaban con mucha insistencia.
Al fin abrió encontrándose con quien menos quería ver.
-¡Hola, Jennie!, ¡buen día!- saludó el chico de pelo azul, mostrando su hermosa sonrisa de conejito.