Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Viernes 12 de abril, 2018 Busán, Corea del sur.
En unas de las avenidas principales de la ciudad de Busán se encuentra la empresa Kim Arquitectos, su dueño Kim SeokJin es una persona honesta que le ha brindado la oportunidad a estudiantes de arquitectura a trabajar en su empresa para que vayan adquiriendo experiencia en su carrera.
Él fundó esta empresa a base de muchas dificultades, es por eso que deseaba brindar las oportunidades que a él se le negaron.
También trabajaban para él arquitectos ya graduados recién egresados y arquitectos que ya tenían tiempo ejerciendo, uno de ellos era Jung Hoseok, el arquitecto estrella como le llamaba el castaño.
El castaño tomó el auricular de su teléfono colocado a un lado de su computadora y presionó uno de los botones.
-Por favor, señorita, llame al arquitecto Jung. Que venga en este momento -pidió amablemente a su asistente.
-Enseguida, señor -se escuchó del otro lado de la bocina.
Jin relamió sus labios, colgando el teléfono fijo de su oficina, dando por terminada aquella pequeña conversacion.
Volvió a fijarse en la pila de papeles y carpetas en su escritorio, tomando una de ellas para poder continuar con su trabajo.
Después de algunos minutos el castaño alzó su vista al escuchar unos leves toquidos en su puerta.
-Adelante.
- ¿Me mandó llamar, señor Kim? - Hoseok se asomó por la puerta, entrando a la oficina para después cerrar la puerta detrás suyo.
-Asi es, Hoseok, por favor siéntate. Y ya te he dicho varias veces que me llames sólo por mi nombre, me haces sentir más viejo, y la verdad es que aún soy muy joven y hermoso, ¿no crees?- dijo Jin acunando su cara con sus manos, para luego escucharse las risas de los dos.
- ¡Claro que si! - dijo el pelirrojo aún recuperándose de la risa-, está bien, Jin. Como tú digas. ¿En qué puedo servirte?
-Bien, Hoseok. Tengo una gran oportunidad para ti, como mi gran arquitecto estrella irás a Seúl. Estarás al frente de un proyecto muy importante- el pelirrojo escuchabaatento a su mayor—. Como sabes, hace algunos días fuí a Seúl a cerrar algunos negocios y entre ellos está este proyecto, mi socio y amigo quiere construir un gran hotel y me pidió que le enviara al mejor de mis arquitectos, y ese eres tú, Hoseok. El lunes a primera hora partirás a Seúl, ¿qué te parece?
Hoseok no daba crédito a lo que estaba escuchando, ¡era la oportunidad de su vida!, lo que estaba esperando desde el momento en que se graduó con honores, dicho sea de paso.
-¡Dios, Jin!- el pelirrojo se levantó del asiento yendo de un lado a otro en la oficina- ¿estás hablando en serio?, ¡no lo puedo creer!- soltó el chico con una gran alegría.
