Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Seul, Corea del Sur
El mayor de los Park, algo pensativo acariciaba el cabello del castaño quien leía tranquilamente en su teléfono móvil algunos de los correos recibidos desde Seul por parte de su asistente. Demasiado silencio por parte del peligris le hizo mirarlo, él siempre estaba hablando de algún tema, incluso se la pasaba bromeando, pero ahora en ese momento estaba demasiado quieto. Con su ceño algo fruncido volvió a mirar el perfil del peligris que de echo ni siquiera se inmutaba, el castaño dio por terminada su lectura, realmente le preocupaba esa actitud tan pasiva por parte de su novio. Estaban en la salita de jardín que estaba en la terraza, habían cenado y decidieron pasar un rato en ese espacio que era el favorito del peligris; Jin dejó su móvil en la mesa de centro, para después tomar el mentón del contrario para que lo mirase, al momento recibió un besito en sus gruesos labios.
-¿Terminaste de leer los correos, amor?
-Sip. ¿te pasa algo?
-No, cariño, todo está bien.
El castaño entrecerró los ojos.
-Mmm...no te creo. Te conozco, y desde hace rato te noto muy pensativo, y eso es por que algo te preocupa.
Namjoon asintió dibujando una sonrisa, colocando otro besito en la frente del castaño, haciendo que éste cerrara por unos segundos sus ojos.
-Si que me conoces, amor.
-Cuéntame, ¿qué ocurre?
-Es que no se como explicarlo...casi toda la tarde estuve pensando en mi hermano, pero tuve tanto trabajo que no tuve tiempo de llamarlo. ¿Sabes? es cómo un presentimiento, como si algo estuviera pasando con él, algo malo.
El castaño lo escuchaba atento, el menor de los Park no era tanto de su agrado, pero al final era el hermano del hombre al cual amaba, besó dulcemente la mejilla del moreno, tomó su mano y le regaló una dulce sonrisa.
-¿Por qué no le llamas ahora?
-¿Ahorita?. -el castaño asintió. El moreno miró su reloj. -¿No crees que es muy tarde?
-Aun es temprano, cariño. Además nunca es tarde cuando uno quiere saber de sus seres queridos. Así que llámalo, estoy seguro que se encuentra bien, de lo contrario Hoseok ya nos hubiera llamado; pero para que te quedes mas tranquilo será mejor que lo llames.
-Tienes razón, amor.
El peligris tomó su móvil que tenía a su lado, marcó el numero del rubio, el tono de llamada estaba sonado y después de unos segundos escuchó la voz del menor, pero las cejas del moreno se fruncieron un poco al escuchar la voz del otro lado de la línea algo quebrada como si estuviese llorando. Esto llamó la atención del castaño quien siguió con su mirada a su novio cuando éste se puso de pie.
