Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Busán, Corea del Sur
Hoseok abrió la puerta de su casa abriéndole paso al rubio, cada uno rodaba su equipaje y Hoseok aparte cargaba la pequeña maleta del rubio dónde llevaba sus cosas personales. Jimin entró mirando la pequeña pero acogedora casa de su prometido.
-¡Familia! ¡Ya estoy aqui!
Jimin se sobresaltó al escuchar una voz proveniente de una chiquilla de cabello rojizo al igual que su ángel, la jovencita brincó sobre los brazos del arquitecto, él la recibió dando vueltas sobre su eje y haciendo reír a la menor.
-¡Oppa! ¡Que alegría que ya te encuentres en casa!
-¡Hola pequeña! Te extrañé ¿sabes?
-¡Yo también Hobi!- respondió la joven al mismo tiempo que su mirada se percató de una persona que permanecía a un lado casi a espaldas del arquitecto.
La chica se inclinó un poco su cabeza para ver a esa persona más de cerca. Apenas iba a saludar pero una voz la interrumpió.
-¡Hobi!- exclamó esta vez la chica de cabello castaño que al mirar al chico detrás de Hoseok, supuso que era el novio del pelirojo así que para molestarlo se acercó de más al rostro del arquitecto al mismo tiempo que con sus manos lo acunó- Bienvenido Hobi.
Esa mujer casi rozaba los labios del pelirrojo cosa que claro está molestó demasiado al rubio y a la joven Lisa.
Jimin frunció su ceño al mirar como aquella mujer dejó de acunar el rostro de su ángel para después abrazarlo, sintió como la castaña lo miraba con una sonrisa triunfante por encima del hombro del arquitecto.
-¡Mi niño!- exclamó esta vez la señora Jung, que al escuchar tantas voces en la sala salió de inmediato de la cocina donde preparaba el platillo favorito de su amado hijo.
-¡Hola mamá!- exclamó Hoseok al momento que se soltó del abrazo de la castaña.
-Hijo, bienvenido mi amor.
Madre e hijo se dieron un gran abrazo, ninguno de los dos se dió cuenta como Jimin y la mujer castaña se retaban con la mirada, y la joven Lisa no hacía otra cosa que mirar a Jennie con desagrado pues sabía que todo lo que hizo momentos antes lo había echo para molestar al rubio. Lisa la conocía bastante bien, sabía que Jimin tenía que cuidarse de esa arpía, y ella lo ayudaría en todo, lo defendería de esa maldita víbora.
-Mamá, chicas, quiero presentarles a Park Jimin, mi prometido...Amor ellas son mi familia, mi madre, Lisa, y Jennie.
El rubio hizo una reverencia frente a la señora Jung.
