Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Después de haber salido del hotel a toda velocidad, colocó un audífono en su oído derecho, tenía que hacer una llamada. Aunque de todas formas prefirió aparcar, y marcó el número deseado.
El tono de llamada empezó a sonar, mientras el rubio se acomodaba su cabello mirándose en el espejo retrovisor.
-¡Bebé! ¡Hola!
-Hola cariño, ¿podemos vernos?
-Claro bebé, ¿quieres que pase por tí o prefieres que nos veamos en otro lado?
-¿Te importaría que yo fuera a tu penthouse? La verdad no tengo ganas de ir a ningún lado, y no quiero estar en mi casa.
-Sabes que esta es tu casa bebé, aquí te espero.
-Gracias cariño, voy para allá.
El rubio colgó la llamada, y retomó enseguida el boulevard, rumbo al penthouse de su amigo.
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Taehyung llegó en su lujoso auto al edificio Min, se estacionó para después bajar de su auto, se dirigió hacia la entrada del edificio subiendo al elevador oprimiendo uno de los botones para subir, específicamente al séptimo piso.
Salió del elevador, dirigiéndose a la señorita que estaba sentada detrás de un escritorio bastante elegante, y mostrando su encantadora sonrisa cuadrada, saludó cortésmente.
-Buenas tardes señorita, vengo a la oficina del arquitecto Jung.
-¿Es el señor Kim?
-Asi es, Kim Taehyung, a sus órdenes.
-Gracias- la chica se sonrojó ante las palabras del azabache, y con una sonrisa lo condujo hasta la oficina del arquitecto-. Por aquí por favor.
