Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Lunes 15 de abril, 2018 Busán, Corea del Sur
Amanecía un día más, era el día esperado por Hoseok: viajar a Seúl.
Era el comienzo de una nueva vida para él y para su familia. Habían pasado por muchas carencias desde que el pelirrojo era muy joven.
Cuando Jiwoo esperaba el nacimiento de la pequeña Lisa, la mujer de pelo azabache fue abandonada por el que era su esposo. Al poco tiempo de esto, una vecina de Jiwoo se fue al extranjero buscando nuevas oportunidades para una mejor vida.
Pero la mujer le dejó a su hija encargada, prometiendo regresar por ella en unos meses.Esa promesa nunca fue cumplida, pues la mujer jamás mandó a alguien por la pequeña Jennie, que entonces estaba por cumplir apenas los diez años.
La mujer simplemente mandó a Jiwoo una carta, donde le explicaba que jamás volvería por la niña ya que ella había empezado una nueva vida en aquél lugar. Jennie había sido concebida sin amor, pues su madre se dedicaba a la prostitución y nunca supo en realidad quién era el padre de la niña.
Jennie jamás recibió atención, ni mucho menos amor por parte de su madre biológica.Pero al ser abandonada, Jiwoo decidió quedarse con ella. Le dio a la pequeña todo el amor, al igual que a sus hijos.
Entonces la azabache se dedicó a hacer comidas caseras y repostería, pues tenía que sacar a a sus hijos adelante.
Hoseok, a medida que crecía, se dio cuenta de todo el sacrificio de su madre, y entonces se prometió a sí mismo ayudarla en todo. Y darles a ella y a sus hermanas una mejor vida.
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-Hobi, tu desayuno ya está listo- dijo la azabache tocando la puerta de la habitación del pelirrojo para después regresar a la cocina.
El chico al escuchar a su madre, salió enseguidadirigiéndose al comedor.
