Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Martes 22 de abril 2018 Seúl, Corea del Sur
Había amanecido un nuevo día. Ya después del desayuno todos se fueron a sus respectivas actividades.
Namjoon, acompañó a su pareja al aeropuerto. Se sentía un poco triste ya que no vería a Jin en quizá dos semanas, por cuestiones de trabajo de los dos.
Namjoon pronto viajaría hacia Londres por cuestión de negocios y tendría que estar de regreso antes de la boda de su hermano. Jin por su parte tenía que regresar a Busán para ponerse al frente otra vez de su empresa. Habiéndose despedido de su amado Nam, subió al avión, prometiendo al peligris llamarlo en cuanto llegara. Del aeropuerto, Namjoon se dirigió hacia su oficina, pensando en los pendientes que tenía.
Hoseok después de haber llamado a su mejor amigo, y ponerse de acuerdo con él de verse por la tarde, se dirigió a su oficina junto a Chan.
Jungkook descansaba en el cuarto del hotel donde se hospedaba, siempre al pendiente de su pequeño paciente. El peliazul, se sentía contento de que al fin vería a su amigo. Pero también estaba feliz por que Hoseok le había dicho que Taehyung los acompañaría. Se sentía más que feliz, pues fuera del hospital no se había visto con el azabache, es decir en una cuestión más personal.
Jimin esa mañana había pedido que le llevaran el desayuno a su habitación, no quería lidiar con nadie no sentía ánimos de nada. Pero finalmente decidió irse a la universidad. Al igual que el rubio, Taehyung también se dirigió a la universidad. Cada uno en sus respectivos autos. Después de sus primeras dos clases, el rubio fué a unas de las mesas del patio principal de la escuela, optó por sacar unos apuntes para estudiarlos. No era un estudiante excelente como lo era su primo, pero tampoco era de los malos estudiantes que sólo iban a pasar el rato. Trataba siempre de sacar buenas notas, así que decidió estudiar un poco antes de su próxima clase. Pero llegó alguien que lo interrumpió.
—¡Hola Jimin!— saludó la chica de cabello rosa sentándose al frente del rubio— ¿Qué haces?
—Hola Rosé— respondió el rubio sin siquiera mirarla—. Estoy tratando de estudiar, pero llegaste y obviamente ya no puedo hacerlo— finalmente la miró cerrando su libreta de apuntes.
—¿Estudiar? Pero Jimin los descansos son para eso, para descansar de los maestros y sus sermones— el rubio solo rodó los ojos—. ¿Y mi querido Taehyung? No lo he visto— dijo la pelirosa haciendo un puchero.
