Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Martes 20 de Mayo 2018
Al fin el día esperado por Park Jimin llegó, esperaba con ansia el día en que regresaría su amado ángel, lo extrañaba demasiado un día más sin verlo y hubiera sido capaz de averiguar en dónde se encontraba para ir a buscarlo.
Se levantó tan temprano y lleno de alegría que fue capaz de pedirle a Cloe que le orientara para preparar una rica comida y recibir al amor de su vida, obviamente la mujer aceptó con gusto y mandó comprar todos los ingredientes necesarios; todo estaría listo para la hora que Hoseok llegara.
La última vez que habló con el pelirrojo le comentó que llegaría alrededor de las dos de la tarde así que la comida estaría lista para esa hora.
Jimin se dirigió a la casita, tenía quelimpiar un poco y aunque Cloe le ofreció su ayuda él se negó, quería hacerlo él mismo. Llevó todo lo necesario para la limpieza, incluso cambió las cortinas. Se dirigió al jardín en dónde se encontraban los tulipanes y cortó los más hermosos colocándolos en un jarrón con agua a la mitad el cual colocó al centro de la mesa del comedor.
Limpiar todo para que quedara impecable se llevó más de dos horas, pero no le importaba, el último toque, perfumar la hermosa casita. Cerró la puerta y se dirigió hacia su habitación para darse una ducha y vestirse algo informal pero sin dejar la elegancia que lo caracterizaba, se maquilló y arregló su cabello. Se dirigió a la caja fuerte marcando digitalmente la combinación para poder abrirla, sacó el estuche dónde guardaba aquel reloj que había mandado hacer exclusivamente para su ángel.
Se sentó a la orilla de la cama admirando el hermoso reloj y leyendo la inscripción en la tapa del mismo, soltó un suspiró junto a una sonrisa enamorada y pensó para si mismo:
“No te imaginas cuánto te extraño mi amor, pero ya falta poco para verte”.
Cloe se dirigió a la casita para dejar la canasta con la comida que el mismísimo Park Jimin había preparado para su ángel claro, con su ayuda todo fue mucho más fácil para el rubio.
La mansión estaba casi vacía, Taehyung había salido a hacer algunas compras acompañado de Jackson. Las demás personas que formaban parte de la servidumbre estaban en sus tareas respectivas, dispersas por los alrededores de la mansión.
