Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
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Recostados sobre el sofá, desnudos acariciaban sus cuerpos, sedientos de caricias, de besos, y por que no también de mordidas, que despertaban todavía más el deseo, la lujuria y el morbo entre esos dos cuerpos.
Hoseok encima del cuerpo del ojiverde, besándolo, primero su frente, sus mejillas sus labios, esos labios carnosos que en todo momento lo volvían loco, los mordía levemente, mientras sus manos peinaban su rubio cabello hacia atrás dejando por completo al descubierto todo ese hermoso rostro.
Las pequeñas y delicadas manos del rubio paseando por la espalda del arquitecto, subían y bajaban sintiendo como ese delgado y marcado cuerpo se estremecía ante su tacto.
Los besos no paraban los labios de ambos chocaban entre si dándose mordidas que lejos de lastimarlos los excitaban mas.
Las manos del pelirrojo comenzaron a recorrer el cuerpo curvilíneo del ojiverde, sus manos recorrían el costado pasando por su cintura, sus muslos, hasta llegar a ese lugar tan deseado, el miembro excitado del rubio. Comenzó a masturbarlo, primero suavemente y poco apoco iba aumentando la velocidad de sus manos. Consiguiendo así los jadeos y gemidos del rubio.
Jimin sintiendo esas manos de su querido arquitecto, se estremecía arqueando su espalda, mientras que sus pequeñas manos pasaban de la espalda ajena a ese bien formado trasero del pelirrojo acariciandolo.
—~~Mi ángel...te necesito dentro amor...porfavor
—~~Pídemelo otra vez mi amor...pídeme que te haga mío... pídelo bebé~~
—~~Mi ángel, hazme... tuyo mi amor por... favor...entra ya...hazlo mi amor~~
Hoseok llevó dos de sus dedos a la boca del rubio para mojarlos con su saliva. Jimin encantado obedeció la señal de su ángel. Comenzó a chupar esos largos dedos ajenos. Jugaba con ellos dentro de su boca, un rico espectáculo para el pelirrojo, que desde su perspectiva se veía tan hermoso y excitante.
—~~Ahh, bebé, te ves tan...hermoso haciendo eso...me excitas tanto~~
Jimin soltó eso dedos para llevarlos él mismo a su entrada abriendo sus piernas.
—~~Hazlo...mi amor~~— dijo Jimin entrejadeos.
Hoseok no esperó más, introdujo el primer dedo a la entrada hermosa del rubio haciendo que éste jadeara, y de un momento a otro introdujo un segundo dedo.
Y poco a poco preparó a su hermoso rubio, no dejaba de besarlo profundamente, ahogando así los jadeos y gemidos del rubio y los suyos propios.
Hoseok siempre atento con su hermoso rubio, paraba en momentos para no lastimarlo de más. Pero Jimin le pedía seguir.
El miembro de Hoseok ya estaba bastante erecto listo para invadir la hermosa entrada de su amado. Lo alineó y poco a poco fue entrando, penetrando en ese delicioso lugar que tanto deseaba.
