𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖁

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Era cierto, su nombre original era Confederación del Rin y su única función era servirle al Imperio Francés. De ahí, sus memorias eran claras como el agua. El Imperio Francés nunca le permitió salir del Palacio de las Tullerías, y nunca conoció el lugar por completo, pues tenía el acceso prohibido a algunas alas del lugar. Todos sus aspectos eran revisados y determinados por su administradora, la mujer que estaba arrasando a toda Europa con sus poderes militares. 

Ella como ser no era malvada, uno solo debía estar de su lado bueno para poder entablar conversaciones con ella. Cabía recalcar que casi no la veía, pues ella  se encontraba mayormente ocupada en sus campañas y otros aspectos. 

Recordaba que su primera comida fue vergonzosa. Pues por un motivo que desconocía en aquel momento, había sentido un apetito incontrolable. Su primera ducha fue lo más refrescante que sintió, su primera noche en una cama fue más que cómodo. Ahora que comprendía su pasado y origen, todo cobraba mucho mas que sentido. 



El Reino de Prusia al observar al rubio, no pudo evitar dudar en sí había sido una buena idea cuestionarlo de aquella manera, pues el menor permaneció en aquel estado por algunos minutos, lucía muy pensativo, con la mente fuera de la realidad. 

Al ver la hora, el alado soltó un suspiro y se recargó en el respaldo del sillón; desconocía cuánto tiempo más esperaría a que el menor volviera de donde sea que estuviese su conciencia. 

"¿Tanto requiere pensar? ¿Acaso un psíquico le selló las memorias?"

Pensó al rotar miradas entre la chimenea encendida y el rubio.  Finalmente, se reincorporó al escuchar a la Confederación Germánica pronunciar gestos de confusión:

—Ehm... Yo... Es complicado explicar, pero soy, estoy compuesto de muchos principados, ducados y reinos. Estos fueron pertenecientes a la difunta Sacro Imperio Romano Germánico...

Explicó mientras continuaba en aquel lapso de aturdimiento. Prusia asintió con la cabeza comprehensivo y simplemente respondió con un:

—Hm...

"El viejo Imperio Ruso tenía razón, es una fusión."

Pensó con un sentimiento de resolución. Si necesitaba ser sincero, era bastante impresionante presenciar un fenómeno tan interesante y extraño. Una fusión valiosa en aquellos tiempos, una fusión que podría acabar finalmente con su rivalidad, con sus problemas innecesarios y con sus tensiones. Frente a él estaba la respuesta, la solución. 


"¿Debería contarle todos los detalles? El Reino de Prusia parece de confianza..." Pensaba la Confederación Germánica al ver cómo el mayor lucía calmo. 

El alado se dio cuenta de lo que pasaba, sus ojos lo decían todo, el menor deseaba  hablar y contar todo lo que acababa de recordar. No para presumir, sino para desahogarse. Entonces, sin otro remedio, Prusia preguntó:

—¿Qué es lo que logró recordar? 

Ante la pregunta, la Confederación Germánica se sorprendió, no llegó a pensar que el Reino de Prusia se interesaría en escuchar anécdotas. 

—Comencé a recordar desde el punto de vista de varios de quienes me componen. Era similar a una recapitulación de eventos importantes antes de mi creación. Todo comenzó cuando la difunta Sacro Imperio Romano Germánico nos llamó a informarnos acerca de su situación lamentable y a advertir acerca de lo que vendría... Logré ver cómo era todo antes, parte del conflicto de aquel momento. Verla en persona tiene un mayor efecto que en sus retratos. Incluso logré ver a los Imperios, a los Reinos, lo vi a usted. 

Lieber Edelweiß | CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora