𝔎𝔞𝔭𝔦𝔱𝔢𝔩 𝔏𝔙ℑ : 𝔈𝔵𝔦𝔩 𝔦𝔫 𝔗𝔬𝔟𝔬𝔩𝔰𝔨
_____________________________
El terreno montañoso una vez en el pasado disfrutado por quienes visitaban con motivos de diversión, vacaciones y actividades pacíficas... Ahora se encontraba como la representación de las regiones del infierno bíblico.
Los soldados caídos de ambos bandos reemplazaban las plantas, el humo la neblina, la sangre el agua y la diminuta cantidad de nieve que comenzaba a caer por la altura y el cambio de estaciones.
Una avioneta atacada voló por encima de un emperador furioso, quien con el uniforme ahora deshecho, se limpiaba la suciedad del rostro tallando su brazo agresivamente. Por poco y no esquivaba una granada. Miró con odio profundo hacia su oponente, haciendo que su rostro perfecto se arruinara por las arrugas de su ceño fruncido.
—Así que te gusta también jugar sucio.
Se burló el Imperio Austro-Húngaro. Mirando con desprecio hacia el Reino de Italia, quien en su duelo rompió las reglas y usó apoyo aéreo para bombardear al pelirrojo. Pero el equipo respaldando la cabeza del emperador logró derribar aquel estorbo.
—Tal vez se trató de un error táctico.
Intentó bromear el dueño de esa tierra intentando jalar por aire. Desde el comienzo de la ofensiva, ambos se encontraron para el duelo sin descanso alguno hasta la muerte. La batalla ya se había extendido a más de una jornada laboral común.
—¿Ya te cansaste? ¡Apenas estoy calentando!
Exclamó el Austro-Húngaro... Tanto tiempo estar manteniendo la cordura fue muy complicado, en algún momento se derramaría el vaso... Y cuando por fin pasó, una naturaleza insaciable e irritable tomó el lugar, desterrando su calma y rectitud falsa.
Con el Imperio Ruso fuera de la contienda, las fuerzas austro-alemanas fueron capaces de centrarse por completo en el Frente Occidental. Estados Unidos aún tardaría más tiempo en estar preparado, y solo el Reino Unido era considerado como un proveedor de recursos y fuerza militar, pese a que la crisis estaba asomándose cada vez más por la ventana de su palacio.
El Italiano escupió sangre y sonrió mientras alzaba su espada listo para seguir.
—¡Esto me gusta! Ya estaba harto de tu carita linda, quiero ver quién eres en realidad.
Austria-Hungría limpió su espada de la sangre del Reino de Italia y se posicionó de igual manera. Sin decir ni una sola palabra más, ambos se engancharon en movimientos para seguir con el duelo.
Era irónico, en sus años de estudiantes, cuando el señor Inglaterra hacía ejercicios entre los alumnos, entre ellos los duelos de esgrima y de espada tradicional, nunca pensaron que llegarían a uno de verdad; sin interrupciones, que realmente los llevaría al final. Si el pelirrojo acababa con la vida del Reino de Italia, aquella península sería suya. Si era viceversa, las Potencias Centrales perderían sin remedio. Pero si ambos morían... Esa ya sería otra historia mucho más interesante.
Cortes de espada, gritos e insultos, golpes, patadas... Todo se tornó en un juego sucio, como ambas personalidades traicioneras.
En un punto Austria-Hungría abandonó por completo su estilo y con ambas manos balanceaba su espada desesperado por atacar al Reino de Italia, quien sorprendido por su furia, retrocedía y bloqueaba.
Logró empujar la espada enemiga, pero antes de poder ejecutarlo, el pelirrojo se defendió y con su mano firme logró quebrar la muñeca del italiano, haciendo que soltara su propia espada.
ESTÁS LEYENDO
Lieber Edelweiß | Countryhumans
أدب الهواةLa flor de Edelweiß vive escondida en los helados Alpes. Una bella flor blanca de apariencia frágil. Pero cuidado, porque ese espejismo oculta lo resistente que es, lo reservada que es... lo solitaria que es en la brillante nieve... como si no quisi...